Coltán admitía que trabajar con Lignito era curioso, como su compañero era mudo, se comunicaba mediante notas. El silencio era agradable, aunque admitía que al principio cuando le conoció fue extraño.
La razón por la que Lignito tenía problemas de voz fue por un fallo que Sulfuro tuvo en uno de sus pruebas. Creía haber encontrado un tipo de cura que podía ir arreglando las cuerdas vocales de su compañero, quien iba a rehabilitación y pasaba por varios tratamientos para no perder la voz.
Tal intento de querer ayudar le salió un poco caro, porque si bien esa cura salvó parcialmente, a la larga dejó esa consecuencia. Efectos secundarios. Esto fue hace muchísimos años atrás, cuando eran unos novatos que creían saberlo todo y en verdad cometían varias pifiadas.
Aun con ello Lignito no le molestó, ya tenía asimilado ese hecho, una condición que tuvo desde joven, y que, si bien le parecía frustrante, no se rindió en buscar formas de comunicarse con los demás. Trató con el lenguaje de señas, pero pocos entendían tal idioma a excepción de Coltán y Sulfuro.
De igual forma, se comunicaba con notas, algo que hizo desde muy joven y que no le importaba hacer porque sentía que era ahorrar tiempo.
Sentados en una de las sillas al lado de las mesas blancas de la pequeña sala, Coltán estaba centrando sus ideas con todo lo que vivió. Cuando abrió los ojos, vio como Lignito le había dejado una nota.
"¿Estás seguro de esto?"
—Claro que lo estoy. Es mejor ir por partes antes de hacer locuras como experimentar. Vi cómo actúan y siento que traer uno es peligroso cuando no sabemos su comportamiento. ¿Quién me asegura de que estará muerto si a lo mejor está dormido? —explicó Coltán con seriedad—. Tenemos que ir con cuidado, esto no es como una gripe que todos tienen y que se puede solucionar. Estamos hablando de seres con un cuerpo que parece estar muerto, pero que sigue con vida.
Lignito tomó la nota para dejar otro mensaje.
"Siendo honesto, es mejor lo que propones a lo de Sulfuro. Últimamente está muy tenso".
—Cualquiera estaría tenso y alterado con la situación, Lignito.
"Tú en cambio no lo pareces".
Coltán miró de reojo a su compañero con un rostro un poco irritado, algo que Lignito vio de inmediato y sintió culpa, pidiendo perdón con el lenguaje de señas y explicándose de que no lo decía por ningún mal, sino porque cualquiera estaría traumado e incapaz de pensar algo lógico.
«Si no me dejo caer es porque estamos a contrarreloj. Es obvio que no me derrumbo y lloro. Me mantengo firme».
—Supongo que en situaciones así mi cabeza reacciona con fortaleza, buscando la forma de encontrar la solución sin importar que tan difícil sea.
Lignito le miró con asombro, para luego escribir algo en la nota.
"Mejor no nos distraigamos y pongámonos en marcha".
—Estoy de acuerdo.
Lo que Coltán necesitaba ahora mismo era un bolígrafo y papel para apuntar todo lo que vio y analizarlo con calma. Empezó a darle golpes suaves y constantes contra la mesa mientras pensaba.
¿Qué es lo que vio? Seres corruptos, al menos es lo que decía Miver.
«Su cuerpo se corrompe por el líquido que escupen, químicos».
Y sin dudar lo apuntó en la hoja. Corruptos, capaces de lanzar un líquido verdoso en la boca que contamina al usuario. ¿Es directo el contagio o tomaba su tiempo? Era la primera duda que entró en su cabeza.
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IV - Sub-Código Alternativo | Alternative World [G.O]
Ciencia FicciónDesear la evolución de su planeta era uno de los propósitos que Coltán logró conseguir ante un material extraño en su planeta llamado Blatution, del cual permitía una tecnología avanzada y no contaminante. Tal descubrimiento provocó que su nombre re...