IV - Sub-Código Alternativo | Alternative World [G.O]

Capítulo 14: Se esconde en las sombras.

Pensaba que era un engaño de su imaginación ante el deseo de hacerla frente, pellizcó sus brazos, pero nada parecía decirle que era un sueño. La realidad era presente ahora mismo, encontrándose con Miver enfrente suya con los brazos cruzados observándole de arriba abajo para soltar una leve risa, como si lo que hubiera dicho él fuera un chiste.

Se fijó en su rostro, poseía algunas heridas y gotas de sangre que no se secó. ¿¡Salió con vida?! ¿Cómo? ¿¡Era inmune?! Era lo único que pensaba mientras observaba con espanto a Miver.

—Venga hombre, dijiste que ibas hacer frente, ¿a qué esperas? —preguntó con esa sonrisa confiada. Coltán se puso más nervioso—. Te ves muy sorprendido de verme, ¿pensabas que había muerto?

No pudo responderle, solo vio como Miver se separó de la puerta, dando pequeños pasos hacia enfrente.

—¿Crees que no lo he visto? —continuó hablando con paciencia—. he estado atenta y escondida, mirando ese video que reveló Sulfuro. Déjame decirte, es cierto, lo hice.

Coltán se alejó un poco, dando pasos temblorosos hasta que chocó contra una estantería. Tragó saliva con Miver enfrente sonriendo con paciencia para luego ladear la cabeza a la derecha.

—Dime, Coltán... ¿Qué soy?

Sus ojos se encontraron. Oscuros como la profunda oscuridad que existía en el universo junto a una sonrisa que se burlaba de lo que era él mismo.

—No lo sé.

—¿No era un monstruo?

—Un monstruo habría matado sin piedad a alguien como a mi, sin darme opción a nada, arrebatarme la esperanza. En cambio, solo me salvaste y ahora estás, de alguna manera, aquí.

—Bien. —Se alejó un poco, poniendo las manos en sus bolsillos de su chaqueta negra—. Veo que al fin tu cabeza empieza a usar la lógica. Has tardado, supongo que la oscuridad de esta galaxia no es tan mala como en otros lados. También he sido testigo de ello cuando tuve que salvar a los Tugnins supervivientes.

Coltán entreabrió su boca sin quitarle ojo. Miver frenó sus pasos y le miró de reojo.

—Sí, este horrible monstruo ha salvado a los Tugnins y ha matado a los corruptos. Que mala soy, ¿eh?

—¿C-Cómo? —preguntó a duras penas, viendo como Miver se sentaba en la mesa.

—¿Qué crees que está pasando?

Frunció el ceño, viendo cómo Miver buscaba en los documentos que había en la mesa hasta encontrar con unos que brillaban. Se quedó inmóvil y sin palabras.

—¿Qué? ¿El gato te comió la lengua o no te gusta que tome estos documentos? —preguntó Miver, manteniendo aún la sonrisa.

—Brillan —murmuró con sus labios temblorosos.

—Claro que lo hacen. Son importantes, eso lo sabes, ¿no? Todos lo sabéis.

La miró de reojo y tragó saliva.

—¿Saber el qué?

Miver soltó un leve silbido de sus labios.

—Oh, vaya. Esto va a ser bastante largo de explicar —comentó, sentándose en la mesa para cruzar las piernas—. Empecemos primero por lo que importa, ¿qué sabes del universo, Coltán?

Miró perdido de un lado a otro para luego observarla.

—Lo suficiente, ¿no? Orbitamos alrededor del sol, hay estrellas y...

—Sí, obviando eso —interrumpió Miver, mostrando los documentos—. ¿Qué sabes de esto?

—Que brillan —murmuró, mirándolos con atención—, y por alguna razón están escritos en un idioma que no entiendo.