Capítulo 18: Un portal hacia el mundo.

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Entendieron que crear algo mediante los documentos requería de la energía que uno tenía, sobrepasarse era un acabar inconsciente o muerto. Había que ser prudente, saber cuál era el límite y dejar que los demás siguieran.

Cael y Adina decidieron ayudar, aunque aún seguían con la angustia encima. No eran los únicos, Coltán también estaba igual de preocupado por su sobrina. Era una decisión rápida, apenas tenían tiempo para pensarlo, pero estaban a contrarreloj y la solución era esta.

Una vez dicho todo y comprobado de que todos fueran de raza pura, se pusieron en marcha teniendo en cuenta las bases principales a la hora de crear un mundo. Cael fue el primero en ofrecerse.

—¿Seguro? —comentó Coltán, viendo como Cael sujetaba los documentos.

—Sí, aunque tendrás que especificar un poco como crear algo así —comentó Cael con una nerviosa risa.

—No hace falta hacerlo todo directamente, sino copiar — interrumpió Miver, cruzando sus brazos para soltar un suspiro—. Digamos que tienes un ordenador con un documento, lo copias, pero solo lo que necesitas, ¿entiendes?

—Es como traspasar de un documento a otro lo que tienes, pero solo lo que te interesa —explicó Adela, cruzando sus brazos.

—Exacto, solo lo que nos interesa y pegarlo ahí —explicó Miver, poniendo las manos en su bolsillo—. Lo único que nos preocupa es mantener la barra de carga.

—¿Barra de carga? — preguntó Cael, frunciendo el ceño.

—Cuando transfieres unas cosas de un sitio a otro aparece una barra. En esta situación es lo mismo cuando copias y pegas algo. Entre los tres, tenéis que mantener la barra. Si uno cae, el otro sigue.

—Somos como la energía de un ordenador —supuso Coltán.

—Exacto —respondió Miver, chasqueando los dedos con una sonrisa—. Luego es cuando creamos cosas y hay que ser más específico. De mientras es solo mantener la barra hasta que se complete. Fácil, ¿no?

—Lo haces ver fácil, pero no sabemos cómo será eso —contestó Cael.

—Es todo o nada.

Cael suspiró para luego mirar a los demás. Agarró los documentos y se mantuvo firme.

—Sólo copiar lo necesario —murmuró, cerrando sus ojos—. Bien.

De pronto las letras lo rodearon como si fuera el centro de gravedad. Abrió su boca un poco y cerró sus ojos, tratando de concentrarse. Los demás estuvieron atentos a cualquier cosa que pudiera ocurrir, angustiados por como las letras iban cada vez a más hasta que apareció una gran barra encima de Cael.

—Vale, se ha creado —anunció Miver. Los demás la miraron—. Estad atentos Adina y Coltán, sois los que tendréis que mantener esa barra.

Ambos afirmaron, aunque Coltán miró hacia las escaleras de la casa.

—Espero que no tarde mucho Mitzy —susurró, para luego mirar hacia Cael.

Empezaba a brillar cada vez más, apareciendo columnas de luz a su alrededor que tomaban la misma altura que el usuario, en este caso, Cael tenía sobre un metro ochenta. Empezaron a rodearlo con calma, viéndose como la barra se iba completando poco a poco. Los presentes se sentían intimidados, dando varios pasos atrás. Miver en cambio, se mantenía cerca con los brazos cruzados.

—Me cuesta creerlo, vieja estúpida —murmuró Miver—. Espero que lo estés disfrutando también. —Suspiró fijándose en cómo los brazos de Cael empezaban a temblar—. Bien, pronto se cansará. Necesito que alguien se prepare para agarrar los documentos.

IV - Sub-Código Alternativo | Alternative World [G.O]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora