Capítulo 16: ¿Cuál es su nombre?

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—La verdad, es que me alegra que por fin se sepan las cosas, erais los últimos en saberlo —comentó Sulfuro con una risa suave.

Coltán lo miraba con los ojos a punto de derramar lágrimas, pero aun así pudo mantenerse firme, apretando sus puños.

—¿C-Cómo que los demás lo saben?

—Sí, claro que lo saben, de hecho, mientras vosotros estabais con vuestro gran descubrimiento, he decidido hacer pequeñas pruebas para ver cómo son capaces de aguantar la locura en sus cuerpos —explicó, levantando sus brazos en señal de confianza—. ¡Qué bueno! ¡Ya no tendrán que ocultarse y sufrir! ¡Ahora serán libres de mostrar su monstruosidad!

Coltán no se creía que aquel que era su jefe. Era alguien quién podía confiar a pesar de ser alguien un poco estricto y extraño. Era alguien como él, pero ahora mismo no lo parecía ante esa actitud.

—Me imagino que te preguntarás el porqué. El motivo es muy simple, Coltán. ¿Cómo iba a dejar que tú te llevaras ese gran reconocimiento por el Blatulion? Había rumores de que tú estabas experimentando con algo que era imposible. Una gema que se relaciona con la antigua raza que vivía en este planeta, los Cutuis.

» Me parecía imposible que tú, con todo el trabajo que tenías, fueras capaz de sacrificar tanto por algo que no tenía tanta importancia —comentó con desprecio—, pero cuando supe el motivo, me di cuenta que eras un hombre que tenía sentimientos, pero que lo ocultaba a los demás con un muro que no nos mostraste, ni si quiera a Brecha que era la más inocente de todas.

Poco a poco, dentro del corazón de Coltán, se iba quebrando como si quisieran destruir ya los cimientos de su torre. No era suficiente los rayos, sino que tenían que torturarlo.

—Es increíble como te vuelves alguien inhumano cuando hablan de tu sobrina, como eres capaz de combinarte con esa oscuridad y ser como un tipo de protector, como si era fuera una luz que debes proteger sin importar la dificultad —continuó Sulfuro con cierto interés—. No comprendía por qué actuabas así. Supongo que eso se debe a que jamás tuve a alguien que me quisiera como una pareja o hija.

» El asunto es que, tal hecho innovador y refrescante logró que tu nombre resonara sin parar, algo que me causaba una gran rabia porque tú no te merecías tal hecho, ¡fui yo quien encontró antes esa gema! ¡Y no tenían nada más que ese color con aquellos símbolos que no decían nada más que palabras inútiles! Rencor, poder, fama, dinero, envidia... ¡No decían nada!

Miver soltó una pequeña risa. Sulfuro le irritó por completo.

—¿¡Qué es tan gracioso?!

—Capaz porque las gemas describían bien como eras. Un hombre cegado por el dinero, poder, la fama y más adelante el rencor y la envidia —contestó, sonriendo con mientras le miraba desafiante.

—¡Yo era un hombre honesto, Miver! Que tú la tuvieras cruzada conmigo no es mi problema. Deseaba un futuro mejor con los míos, algo que siempre busqué y lo obtuve.

—¿Aprovechándote de los demás para tener un mérito que no te correspondía? —preguntó, mostrando cada vez más su descontento—. ¿Te crees que no lo vi? Durante toda mi vida he sido capaz de analizar a la perfección a aquellos que se aprovechan de los demás.

—Oh, sí, tus más de mil años de vida te han permitido mucho, sobre todo cuando fuiste esclavizada por los Loineos.

La sonrisa confiada de Miver desapareció. Coltán le miró de reojo sin creer que Miver tuviera tantísimos años encima. Ahora comprendía porque siempre le decía que había vivido tanto y por qué tenía tantísima experiencia encima.

IV - Sub-Código Alternativo | Alternative World [G.O]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora