Una vida perfecta

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Dos meses después.

-Y entonces, ¿ya son novios?

Laura repite la misma pregunta que lleva haciéndome diariamente desde hace dos semanas.

-No Laura -respondo lo mismo que le he estado diciendo - Ya te he dicho que solo estamos saliendo.

Ella bufa mientras deja caer su espalda sobre el respaldo de la silla y cruza sus brazos a la altura de su pecho, es claro que el tema le molesta es que yo esté saliendo con Alex, aunque no entiendo exactamente el por qué.

-No sé por qué te cae tan mal -cuestiono a mi amiga, ella gira los ojos -Alex es un buen hombre.

-Daniela, Alex es un idiota -dice ella seria haciéndome girar los ojos a mí ahora -Y lo digo en serio -continúa al ver mi gesto -Llevas dos meses saliendo con él y en todo este tiempo no sabes nada de su vida. ¿A qué se dedica? ¿Dónde vive? -dice mientras va enumerando con cada dedo de su mano - No conoces a ninguno de sus amigos y ni hablar de su familia.

-Lau, ya te he dicho que trabaja con su papá -vuelvo a decirle, justo como lo he venido haciendo -La relación con su familia no es muy buena y no quiere exponerme a una situación incómoda y bueno, en cuanto a sus amigos, ya sabes, no es como que me pueda salir de noche de casa para acompañarlo.

Laura niega con su cabeza mientras descruza sus brazos y se mese los cabellos.

-Mira Dani -intenta mediar su tono de vos -yo sé que estás entusiasmada con él y eso no te deja ver las cosas -intento hablar pero ella me detiene -Déjame terminar -yo asiento con mi cabeza -Yo sólo creo que es raro tanto misterio con su vida, esos viajes constantes que según él son de trabajo pero nunca te dice a dónde va. Sólo hablan por teléfono cuando él te marca porque te ha pedido que no le marques para que no tengan "problemas" -hace comillas con sus dedos- Y no hablemos de ese modo en el que te mira porque es verdaderamente desagradable.

-¿A qué te refieres? -le pregunto mientras frunzo el ceño.

-A que te mira como su fueras un trozo de carne y él un muerto de hambre -dice ella de manera seria -Tal parece que te arrancara la ropa con la mirada, es hasta obsceno. No quiero ni pensar en el modo que se comporta cuando están juntos, sólo busca la manera de manosearte.

El comentario de Laura hace que inevitablemente mi mente viaje hasta hace dos días mientras estábamos en su auto, él me había venido a buscar a la universidad para llevarme a casa.

Flashback.

Llevábamos ya algunos minutos estacionados a un par de cuadras de mi casa, justo en el lugar donde siempre em dejaba para que mis padres no se dieran cuenta.

El beso que había comenzado como algo tierno y hasta inocente había comenzado a subir de tono, podía sentir como su boca se movía con más urgencia, el agarra de su mano sobre mi cintura se intensificaba. Su boca abandonó la mía bajando por mi mandíbula hasta mi cuello, sentía lo rasposo de su barba y cómo succionaba la piel de mi cuello para después deslizar su lengua sobre ella.

Mis manos presionaron sus hombros cuando sentí cómo la mano que tenía antes en mi cintura bajo hasta mi rodilla mientras que la otra la colocó en mi nuca presionándola. Un ligero jadeo se me escapa al momento que siento cómo muerde con un poco de rudeza el lóbulo de mi oreja. Puedo sentir la aspereza de las yemas de sus dedos mientras su mano se desliza por mi pierna subiendo por mi muslo, intento apartarlo un poco cuando siento cómo se cuela por debajo de mi falda.