Una vida perfecta

28.

Para cuando llegamos a la casa nos encontramos con la mesa lista en el jardín y a todos esperándonos para comer, así que tomamos nuestros asientos y disfrutamos de la comida que Juan Carlos y Johann se encargaron de preparar. Una vez que terminamos y recogimos todo, Poché me dice que irá a hablar con su padre, asiento y la miro caminar hacia él y luego ambos entran en la casa.

—Dani... —giro mi rostro para encontrarme con Valentina quien se sienta a mi lado.

—Vale, ¿todo bien? —le pregunto al mirar en su rostro cierta duda por decirme algo

—Sí, no te preocupes —responde ella —es solo que... bueno... no sé bien cómo decirlo... —tomo una de sus manos y le doy un ligero apretón para darle un poco de seguridad —Quiero darte las gracias —me dice bajando un poco el tono de su voz.

—Vale, no tienes que...

—Si Dani... —me interrumpe —todo lo que has hecho por Poché, por papá y por mí... Dani, todo esto... estar aquí, que Poché aceptara venir y sobre todo que fuera a ver a mamá, no hubiera sido posible sin ti —noto como los ojos de Valentina se humedecen —Tú la ayudaste y no tienes idea de lo mucho que eso significa para nosotros —sonrío ante sus palabras —hace mucho que no veía tan feliz a papá y yo... —su voz se quiebra y de inmediato la abrazo.

—Tranquila Vale —le digo acariciando su espalda.

—Estaba tan preocupada por la idea de irme y pensar que papá estuviera solo, —dice separándose de mí —pero ahora puedo irme tranquila porque sé que Poché y tú estarán con él. —agrega sonriendo.

—Ahora somos una familia Vale —le indico sonriendo también —y siempre vamos a estar juntos —ella asiente.

—Gracias —dice dándome un abrazo y poniéndose en pie para ir a donde Johann, Alejo y los demás comienzan a preparar todo para hacer la fogata.

Mientras los miro organizando todo, pienso en todas las cosas que me han traído a este momento.

—Este ligar es increíble —la voz de Laura me saca de mis pensamientos y me hace mirarla de inmediato en cuanto ella se sienta a mi lado —¿Cómo estás? —me pregunta con una sonrisa.

—Muy bien ¿y tú? ¿Lo estás disfrutando?

—Mucho. —confirma ella —¿Sabes? El otro día le comentaba a Luis que siento que te he tenido muy abandonada —Laura me mira con sus grandes ojos.

—Lau, sabes que eso no...

—Lo sé Dani, aunque confieso que me gustaría que pudiéramos pasar más tiempo juntas como antes —Laura toma una de mis manos entre las suyas —pero la verdad es que entre nuestras nuevas vidas el tiempo parece no ser suficiente.

—Pero seguiremos juntas —le digo convencida.

—De eso no que quepa duda —Laura sonríe mientras aprieta mi mano de manera cariñosa —La verdad es que le tengo un poco de envidia a tu bombón.

—¿A Poché? ¿Por qué? —pregunto confundida.

—Bueno, ella te tiene todo el tiempo —dice Laura finiendo indignación —a pesar de que me conociste a mí primero, la prefieres a ella —dice poniendo su mano sobre su pecho en un intento de verse más dramática.

—Laura... —intento decirle que es una exagerada, pero ella me interrumpe.

—Pero la verdad es que si yo tuviera que escoger entre tú y ella —Laura finge pensarlo un momento —definitivamente me quedaría con ella.