Una vida perfecta

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Un mes después...

Había pasado ya un mes desde aquella horrible noche y aunque Laura insistía en que lo mejor que podía hacer era olvidarla, lo cierto era que, más allá de todo lo desagradable que fue, el recuerdo de la chica que me había ayudado no me había abandonado.

Lamentaba enormemente no poder recordarla del todo, aquella noche había sido un completo shock para mí, las palabras duras y crueles de Alejandro habían hecho estragos en mi estado mental a tal punto que mi ansiedad se había desbordado por completo, sin embargo, la sensación de protección que me había hecho sentir con su sola presencia aún seguía vivo. Todavía podía recordar la plática que Laura y yo habíamos tenido una vez que llegamos a su casa.

Flashback...

Permanezco recostada sobre la cama de mi amiga, ella sostiene una de mis manos entre las suyas mientras permanece sentada a mi lado. Mi cuerpo está completamente adolorido, Laura no ha insistido en que le cuente lo que pasó, pero sé que muere por saber lo que me puso tan mal.

No sé cuanto tiempo llevamos sin decir nada, hasta que decido que este silencio solo está haciéndome sentir peor.

—Lau... —digo apenas en un susurro, mientras busco con la mirada a mi amiga.

—Aquí estoy Dani —Laura responde inmediatamente fijando su vista en mí. Puedo notar su rostro cansado y una expresión de tristeza, verla así me hace sentir culpable.

—Lo siento mucho Lau—le digo sintiendo las lágrimas en mis ojos nuevamente —Siento mucho no haberte hecho caso...

—Shh, Dani, no tienes que disculparte —mi amiga limpia una lágrima que recorre mi mejilla con su dedo pulgar mientras deja una suave caricia en mi mejilla —Ya todo pasó.

—Tenías razón Lau... —continúo apartando mi mirada de sus ojos —Siempre tuviste razón... no debí confiar en él... debí de haber esperado que volvieras... Fui una estúpida.

—Ey, ey, no seas tan dura contigo Dani, cometiste un error, todos los cometemos —Laura habla intentando darme consuelo.

—Fue horrible Lau, él... ém me dijo cosas horribles... me lastimó... —sollozo al recordarlo.

—¿Quieres hablar de ello?

Guardo silencio unos segundos mientras las imágenes se vuelven a repetir en mi cabeza, y sin poder evitarlo las palabras empiezan a salir de mi boca. Le cuento a Laura todo lo sucedido con Alejandro, su actitud, sus palabras hirientes, sus insultos y amenazas, aún siento el dolor en mi brazo y en mi muñeca y estoy segura de que sus dedos están marcados en mi piel. Laura no dice nada, pero puedo sentir como la rabia le recorre el cuerpo. Cuando siento que su mano tiembla al tomar la mía volteo a verla, sus ojos están rojos, trata de controlar las lágrimas, pero ellas finalmente se deslizan por su rostro, me levanto de la cama de inmediato y la abrazo, no quiero que Laura se sienta mal por mi culpa.

—No llores Lau —le digo soltando un sollozo —por favor...

—Lo siento Dani —responde con un hilo de voz —no debí dejarte sola, ese idiota podía haberte mucho daño... —ambas temblamos ante la idea —Si él tu hubiera... si hubiera sido capaz de lastimarte yo... yo sería capaz de...