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—Va... —Poché comienza a balbucear —Vale...

—Ah bueno, al menos todavía sabes quién soy —la chica vuelve a hablar mirando a Poché fijamente. Ahora que la veo más detalladamente puedo notar el enorme parecido entre las dos.

—Valentina yo... lo siento... lo olvidé por completo... —Poché se acerca a la chica y ambas se abrazan.

—De eso ya me di cuenta —la chica fija su mirada en mí mientras sigue abrazada a Poché —Pero por lo visto tampoco es como que me hubieras extrañado mucho.

Poché se separa de ella y la mira parece no entender a lo que se refiere hasta que se da cuenta de que la chica está mirándome, yo me siento un tanto intimidada, la chica a la que Poché ha llamado Valentina gira los ojos al ver que Poché no parece reaccionar y termina separándose de ella para caminar y pararse frente a mí.

—Hola —me dice con una sonrisa que de alguna manera hace que me tranquilice —Yo soy Valentina Garzón —se presenta tendiéndome la mano, mi cerebro por fin logra conectar los puntos y de inmediato entiendo que se trata de la hermana de Poché —la hermana inteligente de esta —agrega riendo refiriéndose a Poché.

—Hola Valentina —respondo estrechando su mano —yo soy Daniela Calle, mucho gusto.

Valentina amplía su sonrisa y me doy unos segundos para mirarla, es idéntica a Poché pero con algunos años menos, los mismos ojos aceitunados y la misma sonrisa capaz de desarmar a cualquiera, este par de hermanas tienen un capacidad única de hacer sentir seguro a cualquier persona.

—Bueno chicas, yo estoy demasiado cansada —Valentina dice mientras se acerca a recoger una mochila que había dejado en la entrada —Así que si me disculpan...

Valentina comienza a caminar hacia las escaleras supongo dispuesta a ir a su habitación.

—Vale —Poché le habla a su hermana haciendo que esta se detenga —¿Quién te trajo a la casa? —le pregunta cuando al fin sale de su estado de asombro por la llegada de su hermana.

—Poché —Valentina gira los ojos —por si no lo sabes, existen ciertos autos que sirven como taxis —Dice de lo más obvio —para eso hay aplicaciones que descargas en tú teléfono, deberías de actualizarte hermanita —agrega riendo —¿O acaso esperabas que luego de una hora y veinte mil llamadas perdidas, iba a seguir esperándote en la estación? —la mira cruzando los brazos y alzando una de sus cejas.

—Yo... —Poché se queda muda y puedo ver como su rostro se pone completamente rojo, una parte de mí se siente culpable.

—Eso pensé —Valentina habla sonriendo, vuelve a subir las escaleras pero de repente se detiene y vuelve a mirar a su hermana —Por cierto, hice al cargo a tu tarjeta —le dice a Poché quien frunce el ceño, haciendo que Valentina sonría —Bueno, me voy a mi cuarto —termina subiendo la escalera —Ah... —escuchamos que habla fuerte desde arriba —espero no escuchar ruidos raros Poché.

—¡Valentina! —Poché grita y el rojo en su rostro no hace más que intensificarse, ambas podemos escuchar las carcajadas de Valentina hasta que una puerta se cierra —Perdón... —Poché me mira con cara de pena —a veces Valentina suele ser...

—¿Olvidaste ir por tu hermana? —pregunto interrumpiéndola, de inmediato la sonrisa vuelve a su rostro.

—Eso parece —ambas reímos por la situación.

—Poché... —hablo una vez que nuestras risas se han calmado, ella me mira atenta —¿Es verdad lo que me dijiste? ¿Lo de poder quedarme? —pregunto porque quiero que esté segura —Lo pregunto porque tal vez tu hermana...

Una vida perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora