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Había pasado una semana desde que Laura habíamos ido a buscar a Alejandro, en estos días había tratado de tener alguna noticia de él sin que mi amiga se enterase, cada que tocaba ese tema ella parecía enloquecer de la rabia que le daba.

En cuanto llegué a la universidad me dirigí a la cafetería, Lura me había mandado un mensaje para decirme que se encontraba ahí con Luis. Pude verlos sentados en nuestra mesa habitual, en cuanto me acerqué pude notar que ambos parecían discutir, estaban tan absortos en su plática que ninguno de los dos se percató de que yo había llegado.

—Ya te dije que no Luis —Laura decía tajante, tenía los brazos cruzados y su mirada puesta en dirección contraria a dónde Luis le hablaba, su rostro serio y el ceño fruncido, se veía más que molesta.

—Lau, cariño —Luis intentaba razonar con ella —entiende que la única que puede decidirlo es Daniela.

—¿Qué tengo que decidir? —pregunté extrañada en cuanto me di cuenta de que yo era el tema de aquella discusión. Laura y Luis se callaron en cuanto me miraron —¿Qué pasa? —pregunté sentándome en la silla frente a ellos.

—Nada —respondió mi amiga desviando su mirada de mí, fruncí el ceño extrañada por su actitud mientras miraba a Luis quien negó con su cabeza y suspiró.

—Laura... —empezó a hablar él.

—Ya... —Laura lo interrumpió haciendo que su novio guardara silencio.

—Bueno, ¿me van a decir qué es lo que les pasa a ustedes dos? —pregunté comenzando a molestarme por la actitud de ambos. Luis miró a Laura un momento esperando a que dijera algo, pero ella simplemente cruzó sus brazos y miró hacia el lado contrario.

—Escucha Daniela —Luis comenzó a hablar —Sé que Laura no está de acuerdo en que te diga esto, pero creo que es necesario que lo sepas —él me miraba fijamente con el semblante serio — Me enteré de que el sábado va a haber una fiesta en un bar al otro lado de la ciudad.

Luis miraba de reojo a Laura quien continuaba con su actitud, ahora notaba que él tampoco estaba ya seguro de seguir hablando.

—¿Y eso que tiene que ver conmigo? —cuestioné porque en verdad no entendía nada.

—Lo que pasa es que... —Luis intentó seguir hablando.

—Lo que pasa es que el idiota de Alejandro va a estar ahí —Laura intervino de repente mirándome, mi cuerpo se congeló ante lo dicho por mi amiga.

—¿Es verdad? —miré a Luis esperando a que él confirmara lo que Laura había dicho, él me miró y frotó su frente con su mano antes de hablar de nuevo.

—Es posible —respondió —la fiesta es de uno de sus amigos, así es que probable que él vaya a ir.

No podía creerlo, después de tanto tiempo finalmente podría tenerlo de frente nuevamente. Un escalofrío me recorrió toda la espina dorsal.

—¿Dónde va a ser la fiesta? —pregunté seria.

—Daniela, no creo que... —Laura intentó decir algo, pero no se lo permití.

—No Lau, tengo que verlo, necesito hablar con él y no voy a permitir que nada ni nadie me lo impida —mi voz sonó más dura de lo que pretendía —¿En dónde va a ser la fiesta? —volví a preguntarle a Luis.

—Un bar en el centro —respondió él, yo asentí con la cabeza —Escucha Daniela —volvió a hablar—déjame terminar antes de que me interrumpas. —añadió viendo mis intenciones —Coincido con Laura en que no creemos que sea una buena idea, —iba a hablar pero él levanto su mano haciendo que me callara —pero sé que esto es importante para ti —asentí — bien, se me ocurre que puedo ir yo primero y cerciorarme de que él este ahí, si es así, les avisaré y ustedes podrán llegar, así al menos no irás en balde y Laura y yo estaremos contigo.

Una vida perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora