Una vida perfecta

Epílogo

Dos años después...

Me inclino sobre la mesa sosteniendo a la pequeña Luna de un lado mientras Poché hace lo mismo del otro para ayudarle a apagar las velitas de su pastel de cumpleaños. En cuanto lo hacemos los aplausos de todos resuenan en la cafetería.

—Hey, hey volteen para la foto —Valentina grita emocionada mientras sostiene una cámara en sus manos.

Poché sostiene a Luna en sus brazos mientras ambas posamos con nuestra hija para la cámara.

—Dani... Dani... —el grito de Emilio llama mi atención —Mira le trajimos un regalo a Luna —dice emocionado mostrándome la bolsa en sus manos —es de mi parte y de Salva —agrega haciendo mención a su hermanito de apenas un año.

—Muchas gracias Emi —le respondo con una sonrisa —estoy segura de que a Luna le va a encantar. —Emilio asiente antes de salir disparado hacia donde están los juegos haciéndonos reír.

—Disfruta ahora que no tienes que salir corriendo tras de ella —Kim dice en broma acercándose a mí con su pequeño Salvador en brazos.

—No creo que Poché opine lo mismo —le digo a la rubia haciéndola reír.

—Este pastel está delicioso —Laura se acerca a nosotras mientras literalmente devora la rebanada de pastel que preparó Johann —Quiero lo mismo para el día de mi boda.

—Estoy segura de que Johann estará feliz de hacértelo —digo sonriendo.

—Dios esa niña va a acabar conmigo —Poché se acerca cargando en sus manos tres platos con pastel uno para Kim, uno para mí y el otro para ella —Afortunadamente su abuelo es fuerte y podrá con el trabajo —agrega mientras las cuatro miramos hacia donde Juan Carlos juega con Luna y Valentina quien vino exclusivamente para estar en la fiesta.

—Es increíble lo rápido que crecen —digo mirando a mi hija quien hace tan solo unos días ha empezado a dar sus primeros pasos.

Kim y Laura confirman mientras comen de su plato de pastel y yo me llevo un bocado a la boca disfrutándolo, en definitiva, Laura tiene razón, está buenísimo.

° ° °

Estoy sentada en la cama mientras espero a Poché quien ha ido a acostar a Luna, la pequeña ha terminado rendida luego de su fiesta de cumpleaños. Me quedo pensativa sosteniendo en mis manos la tarjeta que me dio Laura hace unos días debatiéndome si llamar o no al número que está apuntado en ella.

—Al fin se quedó dormida —dice Poché entrando en la habitación, en su voz puedo notar que está cansada —llegamos a la casa con ella casi dormida y solo fue cosa de entrar a su cuarto para que se despertara por completo, al menos el baño parece haberla relajado. —me cuenta mientras ríe —¿Puedes creer que Alejo se haya disfrazado de hada? —recuerda riendo mientras comienza a arreglar su lado de la cama.

—Me sorprende más que haya convencido a Johann de disfrazarse de príncipe encantado —digo con una sonrisa.

—Tal vez utilizó sus polvos mágicos —comenta ella metiéndose entre las cobijas.

—¿Alejo dándole un polvo a Johann?

—Creo que eso se escucha muy revelador —dice Poché entendiendo el doble sentido de mis palabras, ella me mira antes de soltar un suspiro —¿Sigues pensando en si marcar o no?