Ella sabe como hacer caer a un hombre con facilidad.
Posee el encanto natural que cualquier mujer desearía tener.
Es hermosa, atrevida, sensual, cautivadora y sobretodo manipuladora.
¿Quién diría que terminaría relacionada con uno de sus pilotos fav...
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Terminé de saltar la cuerda y comencé con los estiramientos para evitar futuras lesiones y para relajar mis músculos. Me limpié el sudor con la toalla, me puse la oversized y recogí mis pertenencias para salir del gimnasio e irme a mi habitación.
Era viernes, hoy tendría que irme a mi casa para la fiesta de la familia de Josh, la ventaja era que tenía días libres debido al incidente así que no tendría de qué preocuparme si nos referimos a lo laboral.
Llegué a la habitación a empacar mis cosas, hoy me iría a Verona y luego partiría hacia Lago di Gardia, en donde estaban ubicadas nuestras casas. Estaba preparándome mentalmente para lidiar con mi padre, mi madre es más pacífica así que no tendría problemas con ella, pero si con mi padre.
Dejé afuera la ropa que usaría para irme y comencé a quitar mi ropa hasta quedar desnuda y meter la ropa sucia en el compartimento que había asignado en la maleta para la ropa sucia. Tomé un baño, sequé mi cabello y me coloqué el legging color blanco después de ponerme la ropa interior, arriba me puse un top básico del mismo color.
Todavía había lluvia acá y habían inundaciones pero ya no era tanto como ayer ni hace como dos días pero aún así las personas andaban precavidas y la alerta se mantenía, los vuelos ya no estaban cancelados desde ayer así que me iría en avión, mientras más rápido llegue, más pronto terminarán los pendientes con la familia.
Revisé las redes sociales y vi las historias de Sainz corriendo con unas personas, quisiera las energías y la voluntad que tiene para poder salir a correr al aire libre, yo no aguanto ni dos minutos trotando ni corriendo, prefiero saltar la cuerda.
Me gustaría decir que estoy emocionada por ir a casa pero no lo estoy, sin embargo extraño mi cama, no es lo mismo dormir en distintas camas de hotel cada semana.
Salí de la habitación para ir en busca de comida, ya era la hora de almuerzo así que necesitaba comer algo, no había desayunado bien y como resultado tenía mi estómago rugiendo cada ciertos segundos.
Presioné el botón que me llevaba al lobby y este se detuvo dos pisos abajo de donde yo me hospedaba, las puertas se abrieron y la figura de Charles apareció revisando su celular sin darse cuenta de mi presencia y subió sin despegar la vista a su celular. Sonreí cuando alzó su vista a los botones y presionó el mismo.
—Pero miren a quién tenemos acá— hablé con una pizca de seducción.
Charles rápido alzó la mirada y me vio de reojo y regresó su vista al móvil hasta que se dio cuenta que yo era la que estaba a su lado y me sonrió demostrado en su rostro sorpresa.
—¡Alessa, bella!— dijo abrazándome y me dio dos besos en mis mejillas.
—Ciao, bello!— imité su voz y este soltó una pequeña risa mientras le daba dos besos.
—Buen acento— me guiñó el ojo y yo asentí orgullosa.
Iba a decir algo pero mi estómago comenzó a rugir y él soltó una risa.
