Burning Desire || Carlos Sainz

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—¡Amor, felicidades!— alzó la voz lleno de emoción y yo sonreí.

—Eres una chica Vogue— se acercó Ana arrebatando la revista de las manos de Carlos y sonrió al ver la portada —Alessandra Conolly— dijo con picardía —Definitivamente eres una diosa— dijo alzando la vista hacia mi persona y yo me sonrojé.

—Dame eso— dijo Blanca tomando la revista y comenzó a leer —Bienvenida— sonrió —La nueva musa— leyó y me miró con una enorme sonrisa —¿Quién es esta chica?— volvió a leer y caminó hacia mi para abrazarme.

Envolvió sus brazos alrededor de mis cuerpo atrayéndome hacia ella y comenzó a moverse de un lado a otro provocando un poco de risa por mi parte.

—¡Felicidades!— dijo emocionada y besó mi mejilla.

—¡Aleja tus labios de mi chica!— gritó Sainz en broma y todos reímos.

Un quejido por parte de Carlos se escuchó. El esposo de Blanca le había dado un pequeño golpe y conociendo lo exagerado que puede llegar a ser mi novio, fingió que le dolió demasiado y Reyes negó alzando su mano derecha sobre su rostro harta del drama.

—Gracias— miré a Blanca agradeciéndole por sus felicitaciones.

—Eres la chica del momento, todos quieren saber de ti— llegó Ana posicionándose a nuestro lado señalando con su índice la revista que tenía su hermana mayor.

—Dejadla en paz, hombre!— se quejó Carlos padre riendo de la situación abrazando a su esposa por la espalda.

—¡Papá, es Vogue!— dijo Ana con mucha emoción —¡Vogue!— puntualizó tomando la revista en sus manos y alzandola al aire para que su padre viera.

Negué con diversión al ver todas sus reacciones. Carlos padre comenzó a reír al ver la emoción de su hija menor. Carlos se acercó a mi y me abrazó imitando la acción de su padre hacia su madre y besó mi frente con mucho cariño.

—Estoy más que orgulloso de ti— dijo sobre mi cabeza y yo me sonrojé.

—Gracias— le dije moviendo mi cabeza de lado para poder besar sus labios.

—Bien, dejemos de lado el romanticismo y vayamos a comer por favor que muero de hambre y nuestro vuelo sale en la noche y en unas horas tenemos que disfrutar de la carrera y quiero estar relajada— dijo Blanca.

—¡Qué aburrida!— dijo Ana abrazando a su esposo y yo sonreí.

—Vamos que Carlos debe estar temprano en el circuito— dijo Reyes y todos asentimos.

Tomamos nuestras pertenencias para ir a desayunar. Era domingo así que había más tensión y nervios en todo el circuito. Habíamos quedado con los chicos en ir a celebrar esta noche ya que estábamos en Italia. Mis chicos no estaban, Sam tampoco así que estaba sola. Esta vez disfrutaría de la carrera yo sola.

Sin embargo, la familia de Sainz estaba presente así que no estaba del todo sola pero no es lo mismo cuando estas con tus amigos íntimos que con la familia de tu novio.

—¡Vamos, coño!— gritó Carlos padre cuando las luces se apagaron dando inicio a la carrera y Reyes aplaudió emocionada.

—¡Eso!— gritó Ana al ver como Carlos arrebasó con demasiada facilidad a Hamilton.

Muy mi novio pero no pude ocultar mi expresión facial al ver cómo Hamilton quedaba atrás.

Aplaudí segundos después al ver como en la siguiente curva Sainz le pasaba a Lando y a Fernando. Bebí de la champagne que nos habían servido y metí a mi boca la fresa que estaba como decoración que Blanca había decidido poner en cada copa.