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Tomé la copa y bebí de un solo trago lo que quedaba de champagne y mi respiración comenzó a agitarse

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Tomé la copa y bebí de un solo trago lo que quedaba de champagne y mi respiración comenzó a agitarse.

Carlos se acercó casi a la salida de la piscina, por donde entré y escuché algunos pasos debido a que venían arrastrando las chanclas.

—Amigo— Carlos pronunció —Creí que dormías—

—Quise venir a nadar un poco, he tenido un día muy estresado, pero por lo visto me ganaste— todavía no volteaba a verlos pero podría jurar que estaban viéndome.

—Alessa— escuché a Carlos.

Cerré mis ojos inconscientemente con mi corazón latiendo de manera acelerada.

Tomé suficiente aire y exhalé antes de voltear a verlos y nadar en dirección a ellos.

—Quiero presentarte a alguien— él me miró moviendo su cabeza en señal de que me acercara.

Caminé rápido y alcé la vista en dirección a la persona que estaba afuera.

—Alessa, él es Lando. Lando, ella es Alessa, una amiga— volteé a ver a Carlos y este me miraba fijamente.

Dirigí la mirada a Lando y me acerqué.

Subí dos gradas tratando de quedar a su altura pero él se adelantó y estiró su mano a la vez que yo lo hacía.

—Mucho gusto, soy Alessa— volví a decir mi nombre

Nuestras palmas se juntaron y mis nervios se multiplicaron.

—Lando Norris, el gusto es mío— me sonrió mostrando su dentadura y miró a Carlos sonriéndole con una pizca de picardía.

Me solté de su mano y comencé a salir de la piscina.

—Creo que será momento de dejarte nadar con tu amigo— me dirigí a Carlos.

Frunció el ceño confundido.

—¿Te vas?— se puso de pie porque estaba casi sentado en la parte pacha.

—No— dije rápido —Estaré acá sentada— señalé con mi cabeza la silla y este asintió un poco aliviado y volvió a sentarse.

—De acuerdo— miró a Lando que comenzó a caminar hacia la silla que estaba a mi lado para dejar sus cosas.

Caminé en dirección a las copas para no olvidarlas antes de irnos y las puse sobre la mesita.

Le hice una seña si podía usar la toalla a Sainz que no dejaba de verme y asintió.

Había olvidado la toalla.

Me sequé un poco y me coloqué la oversized antes de sentarme y vi como Lando se tiraba un clavado y comenzó a nadar y Sainz se alejó de donde estaba nadando hacia la parte más profunda.

Junte mis piernas a mi pecho y puse mis brazos en las rodillas para apoyar mi cabeza en ellas y vi como estos hablaban y luego Carlos tomó a Lando de la cabeza y lo hundió y este comenzó a reírse fuerte.

Burning Desire || Carlos Sainz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora