NetherMost

Watch me

Devoraba una hamburguesa de tres quesos a mordidas tenaces. Freddie se sentó junto a él; cargaba la misma comida que su mejor amigo en la bandeja. Cole levantó el dedo índice, indicándole que esperara a que terminara de masticar para decirle algo importante.

— ¿Dónde estuve ayer? —cuestionó Cole después de tragar.

—Si tú no lo sabes, peor lo sabría yo. —Fred masticó un pedazo de papita mientras miraba hacia un punto exacto lejos de ellos—. Irma me llamó preocupada de que le estuvieras mintiendo, tuve que decirle que sí, que ibas a estudiar conmigo, pero, bro, yo ayer ni te vi después de clases.

— ¿Dónde mierda estuve? Recuerdo unas cosas muy extrañas.

— ¿Acaso te estuviste drogando, Cole?

— ¿Quién se estuvo drogando? —Tatiana se sentó frente a ellos. Entornaba sus ojos curiosos a la espera de una nueva noticia.

—No me estuve drogando.

Cole tomó aire para empezar a contarles a sus dos mejores amigos acerca de todo lo que le había acontecido. Él hubiese deseado tener una cámara para grabar las expresiones de sus amigos durante todo el relato.

—No puedes decirle a nadie, Tatiana, maldita sea, alguien se entera y seré juguete del mundo entero. —Cole levantó una ceja hacia su amiga—. Júralo por su relación.

—Te lo juro por nuestra relación y por nuestra vida. —Tatiana miró a Fred, que se mantenía sorprendido—. ¿Qué piensas, amor?

—Pienso que es la mierda más extraña que he escuchado, pero no sé por qué no puedo dudarlo. En internet había leído algo así.

— ¿Cómo? —Cole frunció el ceño.

—Leí una vez en un blog de una persona a la que le había pasado exactamente lo mismo, pero nadie le encontró sentido y la ficharon de loca. —Freddie se cruzó de brazos—. Tú ayer me llamaste y me dijiste que estarías con Mya.

— ¿Qué eres loco? —Cole le empujó el hombro—. Yo no hice eso. Ella estuvo bastante ocupada con Michael.

— Entonces, ¿qué hacemos aquí? Debemos preguntarle a ella. —Tatiana se incorporó agarrando a Cole del brazo—. Vamos.

—No, no, la vamos a asustar. Ni siquiera nos conoce —refutó Cole, sin embargo, se puso de pie al tirón de Tatiana. 

—No te conoce a ti, Cole, a nosotros sí. Todos nos conocen. —Fred los imitó también parándose.  

Cole caminó junto a sus amigos. Bien, le hablarían a Mya. Posiblemente ella pensaría que estaban los tres locos y los echaría oscilando sus churros restándoles importancia, pero valía la pena intentarlo; valía la pena que ella lo mirase. 

—Oye. —Freddie le despeinó la melena a Cole con los dedos—. ¿En tu lista de poderes no hay, por si acaso, desodorante? Porque estás que apestas al culo del diabl—

—Casi mato a mi papá, perdóname si no tuve tiempo de hacerme la pedicura. —Cole esnifó las mangas de su camisa con discreción—. Si me mantengo quieto no huelo.

Fred negó con la cabeza mientras intentaba contener la risa. Tatiana iba delante de ellos marcando el paso de manera segura. La castaña tomó asiento frente a Mya que estaba junto con Michael en lo que parecía una interesantísima conversación de lenguas.