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Liar

— ¿Y este estúpido cree que Nix va a dejar que esto suceda sin más ni más? —Tatiana se cruzó de brazos, tratando de controlar su enojo—. Es un imbécil.

—Estoy aquí, justo a tu lado, puedes decírmelo a la cara. —Cole ondeó su mano frente al rostro de Tatiana.

—Amor, dile al estúpido que no pienso hablarle.

—Cole, Tati no va a hablar—

—Sí escuché. Bueno, ¿qué les sucede a ustedes dos? ¡Se supone que me deberían de apoyar! —Cole se incorporó, furioso—. Tratan de controlar cada cosa que hago, pero ya no más.

—Cole, no te desubiques, nosotros somos tus amigos, no ella. —Fred señaló a Tati y a sí mismo.

—Supongo que eligiéndolos me equivoqué.

— ¿En qué te equivocaste? —cuestionó Nix, que entraba al comedor, cargada de cuadernos, y con el aspecto desaliñado.

—No puedo contestarte en este momento, tengo que ir a comer con Mya.

— ¿Mya? —Nix levantó una ceja, sus ojos lucían un celeste turbio que intrigó a Cole, pero no se detendría a indagar por qué—. Para información, ¿no?

—No, Nix, voy a comer con ella porque me gusta y quiero que sea mi novia. Ahora, si ya terminaste con tus preguntas, me marcharé.

— ¿Quién te detiene? —Nix, extrañamente tranquila, dio un paso hacia atrás para que Cole avanzara.

El rubio se había sentido herido al no ver una reacción mejor en Nix, pero, ¿qué esperaba? ¿qué le lanzara flores o balas? 

Mya se encontraba sentada en la banca de una mesa distanciada de las demás; picaba una ensalada, que a Cole le provocaba vomitar.

— ¿Problemas con tus amigos? —inquirió la castaña, cuando Cole se situó a su lado.

—No quieren que estemos juntos. —Cole bufó mientras se restregaba los ojos.

— ¿Y la profesora qué? —Mya le ofreció un poco de lechuga pinchada con su cubierto, Cole la tomó con sus dientes, y con el pesar de su alma, empezó a masticarla.

—Me preguntó por qué estaba tan enojado, le dije que no se metiera y vine hacia acá.

—Hay este proyecto de Física que debemos hacer juntos, ¿escuchaste? —Mya continuó brindándole pedacitos de verduras a Cole al hablar.

—Estuve perdido en la clase, ¿de qué trata? —Cole tragó el aba, sintiendo que desfallecería.

—Una maqueta de energía, ¿te gustaría que la hiciéramos en mi casa? —Mya le acarició la muñeca con el dedo índice—. Sería divertido.

A Cole le recorrió un escalofrío por la columna antes de asentir.

—Me dices cuándo y sin problemas voy, pero, ¿tú novio no se enoja?

—Ya no tengo novio, Cole, ahora solo somos tú y yo. ¿Hoy mismo, en mi casa? —Mya jugueteaba, haciendo caminitos por los brazos de Cole, con sus dedos—. Claro, si Frederick no te lo impide.

—No te cae muy bien tampoco, ¿o sí? Nadie en la historia de su vida llama Frederick a Fredd. —Cole se encogió de hombros—. Hoy está bien, ¿quieres que lleve algo para hacer la maqueta?

—Cole, mandaremos a hacer la maqueta, lo de hoy es para que nos conozcamos más. Además, creo que mis tíos no estarán, es conveniente, ¿no crees?

—Mejor salgamos por ahí a comer...

—Creí que eso estábamos haciendo. —Mya sonrió de soslayo—. ¿Te asusta estar con una chica a solas?