I, her

91 8 6
                                    

                  

Personas con uniformes policiales ingresaron armadas y protegidas al límite en que no se distinguía de ellos ni un pedazo de piel, lucían como Swats. Estos apuntaron a distintos puntos del sitio, Cole se extrañó al darse cuenta de que no iban hacia ellos directamente. Sintió las manos de Nix sujetas a sus hombros, ella le gritaba algo que él no podía entender. Había un pitido en el ambiente que lo aturdía, no lograba siquiera moverse. Cole divisó del otro lado de la habitación a Odette, rígida como una piedra en el mismo metro cuadrado en el que había estado hace minutos, al continuar escrutando el lugar se dio cuenta de que las personas armadas habían agarrado a Freddie por las muñecas mientras que a Tatiana, una de estas, la sostenía desde el cuello elevada en el aire. Cole trató de moverse, no lo lograba. Ni Nix, Ni Odette, ni él podían moverse, eso solo quería decir una cosa; Limburgo tenía otro método estratégico para inhibirlos. Sin embargo, no los atacaban a ellos, era obvio que a Odette no la atacarían porque ella estaba de su lado, pero a ellos los pasaban como si no estuviesen ahí. Entre gritos, golpes, tiros, pasos y derrumbes, el rubio pudo percibir las quejas de dolor de Nix. Una sensación fría le recorrió la planta de los pies al percatarse de que era gracias a ella que no los podían ver, ella los estaba camuflando, pero tenía que ser demasiada presión si ni siquiera podían moverse. La desesperación le provocaba picor en los poros de la piel, se erizaba al intentar impulsarse hacia adelante; quería gritar, pelear. Los alaridos encolerizados de Freddie lo penetraron, logrando que se le desbocara el alma, algo malo estaba por venir. Tenía que intervenir, pero no servía nada que hiciese, se sentía impotente. Estalló en ambiente una sola voz desgarradora que suplicaba a la muerte que no fuese cruel resumido en un alargo 'no', Cole no quería ver, el bombazo lo había dejado sin aliento, el corazón se le había comprimido hasta dejar de sentir sus propios latidos. La bala voló, zumbando en el viento para detenerse en la frente de quien una vez había sido su mejor amiga.

Las lágrimas resbalaron por sus mejillas, sin que él siquiera haya estado consciente de que saldrían; sintió un hincón en el pecho que lo obligó a hacer el movimiento de que se sostenía el  corazón, pero no pudo finalizarlo, la desesperación lo consumió hasta dejarlo colgado en la nada. La situación se esfumó, se manchó de negro, y se halló a sí mismo divagando en el limbo, sin nadie junto a él. El dolor en el pecho aumentó al igual que el color de en donde se encontraba; fue capaz de distinguir figuras, se dio cuenta de que reconocía en estas imágenes a sus amigos, vio el rostro de Tatiana hacer un mueca frente a él e hizo ademán de agarrarla. Se echó a llorar con fuerza permitiendo que su cuerpo regresara a la realidad. Abrió los ojos, dolido, y ahí se encontraba, frente a su reflejo borroso en el espejo del baño público que quedaba calles antes de la academia.

Llevó su mirada hacia el lavabo, ahí estaba su ropa, buscó su celular, apresurado, para chequear la hora. 4: 05 PM. Dos horas antes de lo sucedido. Se colocó la camisa por encima del enterizo negro, lo mismo hizo con el pantalón y salió, exasperado.

- ¡Es una trampa! -exclamó.

Sus amigos lo observaron, patidifusos.

-Mejor vístete y lo hablamos en el camino, ¿bien? Ya vamos tarde. -Tatiana instó mientras levantaba las cejas.

-No, no, escúchenme. Bien saben que puedo regresar en el tiempo, acabo de hacerlo.

-Creí que eso solo era un raro fenómeno que ocurría en momentos de desesperación... -Fred fruncía el ceño-. ¿Lo estás diciendo porque no quieres usar las mayas?

- ¡Tatiana murió! -Cole se acercó a su mejor amiga para sostenerla en sus brazos-. Tienen que creerme... Lo viví, es una trampa. Odette está del lado de Limburgo, por eso nadie la toca, es aliada de ellos. -Cole sorbió los mocos que ya venía cargando-. Todo lo que pensamos, está correcto hasta la parte en la que creemos que ellos no tienen al sujeto perfecto. Nosotros somos la basura, experimentos no fructíferos, solo un error. Hay miles y mejores, los mantienen inhibidos, encubados hasta que llegue el momento de la revelación.

NetherMostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora