Safe

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Un hombre corpulento, vestido de negro y con semblante fiero, corrió por el espacio que se había dispersado directo a Cole, este cerró el camino antes abierto, logrando que las betas de humo consumieran al vigoroso titán hasta hacerlo desmayarse. Cole corrió por la orilla al sentir rimbombar un objeto delante de él. Otro personaje recio le cortó el paso al agarrarlo de los tobillos. Cole fue halado hacia atrás, su frente golpeó el concreto y la punzada de dolor lo azotó como un latigazo. Se abalanzaba sobre él, quien lo había hecho caer, Cole se movió desde el suelo de un lado hacia otro, esquivando golpes, el recio trataba de ajustarle unas esposas, pero el rubio no bajaba la intensidad de sus corrientes eléctricas. Se dio la vuelta, incorporándose en un salto por un descuido del hombre, y le asestó con el codo, un golpe por debajo de la barbilla, el hombre se tambaleó hacia atrás. Cole lo tomó desde el cuello del traje oscuro y le proporcionó una descarga que lo mantendría inconsciente por bastante rato.  

Apaga el fuego -Se dijo a sí mismo mientras avanzaba con rapidez por el consumido lugar.

El fuego habría herido a algunos de los que trataban de agarrarlo. Él no podía permitir que aquellas personas murieran incendiadas, peor a manos de él. Ellos no eran sus enemigos, y apostaba su vida, a que todos tenían familia. No permitía la idea de asesinarlos, ni lo consentiría. 

Se acuclilló, cerró los ojos y, con la sensibilidad aumentada en las yemas de los dedos, buscó a su alrededor tuberías que pudiese romper. Intentaba concentrarse, pero la desesperación iba mucho más allá. Las llamas le habían quemado los vellos del brazo, y tenía prendidas, por candela, algunas partes de su pantalón. Ignoraba lo escaldado de su piel, pero el dolor persistía. El fuego no le quemaba la piel, de eso estaba seguro, uno de sus poderes era emitirlo, sin embargo le causaba dolor.

Cole bajó la temperatura de su cuerpo, ya que se empezaba a marear, se sintió recuperado por el frescor. Aquél era un peso menos encima que lo ayudó a encontrar las tuberías. Llevó su mente hacia allá y las reventó. Agua salía por todos lados. La situación se convirtió en una lucha entre el agua y el fuego, y lo vital parecía estar ganando. Se dirigió hacia al borde cuando las llamas que empezaban a descender le mostraron a una decena de hombres incorporándose, y algunos otros pidiendo ayuda. Cole supo que debía de irse antes de que las llamas se extinguieran.

Si ya lo había hecho con sus amigos podía hacerlo consigo mismo. Dio un brinco al vacío, la sensación de vértigo le comprimió el estómago, cerró los ojos con fuerza por la rapidez del aire, estos se llenaban de lágrimas por el ardor del viento en su cara. Logró captar por el rabillo del ojo que se acercaba al pasto, abrió los brazos para detener su propio cuerpo. Nada sucedía. Sus pensamientos eran desesperados, acelerados, se dijo que moriría. Y entonces todo se detuvo. Desplegó los párpados, con lentitud por la repentina detenida. Estaba a centímetros del suelo. Las puntas de su tenis casi tocaban las hojas de hierba en el piso. Sintió su estómago dar un vuelco de terror, y a la vez alivio, se dejó caer.

Su pecho bajaba y subía frenético, le dolían los huesos. Se colocó boca arriba sin dejar de inhalar y exhalar repetidas veces, como agradeciendo que todavía podía respirar.

- ¡Dios mío, Cole! ¿Acaso estás drogado? ¡Casi nos matas del susto! -Tal vez eso lo había dicho Fred, tal vez Tatiana, puede que Nix, pero Cole no podía distinguir sus voces en aquél momento.

-Tenemos que irnos -masculló Cole, incorporándose de a poco-. Agárrense de mí.

-No, tú estás demente si piensas que nos tele transportaras. -Nix se apoyaba de Fred con el brazo alrededor de su cuello, le costaba articular las palabras. El pantalón oscuro de la muchacha estaba empapado en sangre, tanto que no se podía determinar en dónde se encontraba la herida-. Tendremos que buscar otra forma de salir de aquí.

NetherMostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora