Maybe

60 12 1
                                    

La claridad del día menguaba, dándole oportunidad a la gélida noche de arrasar con las estrellas en el firmamento. Cole, con las piernas pegadas al pecho, vigilaba, detrás del cristal de la ventana que el sol bajara por el horizonte sin novedad alguna.

— ¿Y te gustó?

—No me gustó del todo, pero qué más se podía hacer. Pensé que así tú tendrías celos, y solo cuando llegaron a pelear fue que dije que debía detenerme. —Mya masticó un pedazo de su sandía, y después de tragarlo continuó: —Lo destruiste en el juego, cuando se entere de que estamos juntos, va a querer matarte.

Cole desvió la vista del cielo con el entrecejo arrugado.

— ¿Estamos juntos?

—Bien, no, pero sabemos que nos gustamos. —Mya dejó a un lado la bandeja en la que tenía la sandía, caminó de puntillas hacia el sillón de la ventana en el que se encontraba Cole y se sentó frente a él.

— ¿No hay que hacerlo oficial? —Cole se aclaró la garganta mientras jugueteaba con el cierre de su abrigo—. ¿Y no es muy apresurado para hacerlo oficial?

— ¿Apresurado? ¡Estamos cortos de tiempo! —Mya sonrió, sus dientes se le asemejaron a Cole a las estrellas que antes observaba—. Pero si quieres ir despacio, por mí perfecto.

—Sí, es mejor. Lo prefiero más suave. —Cole le devolvió la sonrisa, un tanto nervioso.

—Nunca has besado a una chica, ¿verdad? —Mya descansó su barbilla en las rodillas de nuestro avergonzado personaje.

Este último sintió su rostro encandilarse por la pregunta.

—No, jamás. —Pegó espalda al espacio de pared que tenía detrás de sí—. Prefiero ir lento en ese tipo de cosas.

—Ya estás bastante grande como para tenerle miedo a estas cosas. —Mya se abrió espacio entre las piernas del rubio para poder acercarse al rostro de él—. Déjame enseñarte.

Cole estaba por negarse, cuando sintió la mano de ella sobre su pecho. El corazón le latía a mil por hora, y al bajar la mirada hacia los labios de la muchacha, se percató de que el dije con la flor de Iris en su cadena, se empezaba a encender de rojo. Esto le llamó la atención, sin embargo, Mya se las arregló muy bien para que él se desconcentrara y estancara sus ojos en los de ella.

I need your love, I need your lo-lo-love

La vibración en la pierna de Cole lo obligó a despabilarse. Ese era el tono que Freddie había decidido que sonaría cuando él le enviase un mensaje únicamente con las siglas 'A. S. A. P.' Y de acuerdo a lo que significada, su amigo estaba en problemas.

Mya había regresado a su posición original, así no perturbaba los movimientos de Cole. Este marcó el número de su mejor amigo, apresurado. No podía decir que el mensaje le había frustrado el primer beso, pues Cole no sentía como sí ese debía ser el momento.

As soon as possible. ¿Esto es para ti as soon as possible? —Fred sonaba desesperado.

—Llamé apenas llegó el mensaje, ¿qué sucede?

— ¿Sigues enojado conmigo?

— ¿Para eso enviaste el mensaje? —Cole bufó hacia el celular—. A la próxima te llamo as soon as I WANT.

—No, no es por eso, sé que me amas y no puedes estar mucho tiempo enojado conmigo. Te mensajeé porque creo que tenemos información valiosa. Valdría la pena que le eches un ojo.

— ¿Dónde están? —Cole acomodó su pie dentro del zapato que, momentos antes, ya había empezado a retirarse.

—El laboratorio del colegio.

— ¡¿Qué mierda hacen ahí a esta hora?!

—Te lo dije, as soon as possible.

Cole colgó la llamada antes de dedicar a la muchacha una mirada de lamento, Mya se encogió de hombros mientras se peinaba el cabello hacia atrás.

—Te acompaño hasta la puerta.

Cheryl asintió. Sentía cierta emoción en su interior de la cual le era imposible identificar el porqué. Mya lo guio a la entrada del departamento, Cole no sabía cómo debía de despedirse así que se acercó a ella, depositó un beso en su mejilla y la sujetó por la cintura, un instante, hasta que los nervios lo invadieron una vez más.

—Me gustó el día de hoy —comentó el rubio antes de marcharse.

—Podía haberte gustado más. Será en otra ocasión, supongo, si esa vez Frederick no te necesita. —Mya hizo un mohín burlón con sus labios antes de cerrar la puerta de golpe.

—Oh, claro, no hay problema, gracias por todo. Sí, linda noche para ti también. —murmuró Cole a la puerta cerrada en sus narices.

Mujeres, pensó plantado en el mismo lugar, si no son el ombligo del mundo no están felices.

                             * *

—Ya estoy afuera —anunció Cole al caminar por el césped en las afueras del instituto.

—Te recuerdo, pequeño Coliflor, que el que tiene poderes eres tú. Si yo llego a activar una alarma estoy cagado.

— ¿Cómo mierda entraste, iluso?

—Por las puertas de limpieza.

—Por allá voy entonces.

—Las cerramos, no queremos intrusos aparte de nosotros. Ya te dije, laboratorio del último piso. Ahí te ves, Colibrí.

Cole le mostró su dedo corazón a la pantalla del celular cuando su amigo ya le había colgado.

—Maldita sea, todo tengo que hacer—

— ¿Con quién hablas? —Nix apareció por detrás de unos árboles con su gorro bajado por encima de las cejas, y la chaqueta cerrada hasta la barbilla.

Cole nunca había estado tan feliz de verla, y otra vez, no podía saber por qué. Lo reconfortaba encontrarse cara a cara con aquellos ojos acuosos que siempre reflejaban fiereza.

—Hablaba conmigo mismo. —Ladeó la cabeza hacia el edificio—. Esos dos están ahí dentro, estaba por tele transportarme.

—Continúa con tu labor, entonces.

— ¿Sabías que ellos están ahí dentro?

—Estoy haciendo de vigía para lo que sea que esos dos estén investigando. —Nix dio unos cuantos pasos hacia atrás para volverse a esconder detrás del mismo árbol, pero Cole se apresuró a ella.

—Hago guardia contigo, ¿te parece?

— ¿Por qué mejor no haces guardia con—

— ¿Con quién? ¿Con Mya? —Cole sonrió, pícaro—. ¿Estás celosa?

— ¿Celosa? —Nix botó aire por la nariz mientras levantaba las cejas—. El hecho de que a ella no la soporto no tiene nada que ver contigo, ni te creas.

—Admite que sí lo estás un poquito. No te preocupes, he estado ahí más por indagar en su vida que por ella.

— ¿Quieres que repita las palabras que me lanzaste en el comedor? —Nix se cruzó de brazos, su molestia era obvia—. Ella te gusta y demasiado. Además no me preocupo, no eres de mi tipo.

— ¿Es porque no me parezco a Nicholas? —Cole le retiró el gorro con ayuda de sus poderes, y lo hizo volar por los aires, lejos de ellos.

El cabello de Nix cayó sobre ella en cascada, lo miró llena de rabia.

— ¡No te pareces ni un poco!

—Es porque él no podía hacer esto. —Cole hizo uso de su telequinesis para jalar a Nix hasta que esta se chocara contra el cuerpo de él—. ¿O sí lo hacía? —murmuró, con el aliento pegándose en el rostro de la enfurecida chica.

NetherMostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora