State of Emergency

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Cole se quedó paralizado, la situación dio un vuelco por completo. Había confundido los nombres, había sido solo eso, él estaba seguro de que se sentía de aquella forma por causa de Nix, no de Mya. Era retrasado, imbécil, un completo idiota; su yo interno no dejaba de darle puñetazos desde adentro de su cabeza.

—Lo... No fue mi intención, yo estaba pensando en ti.

—Puedo notarlo, —Nix le señaló las manos que aún mantenían su agarre en ella— ¿me sueltas?

Cole, avergonzado, dio la espalda a Nix para que esta pudiese colocarse su top una vez más. No había que preguntar, ni siquiera intentar continuar con lo anterior, relucía en las expresiones severas de Nix que si le volvía a poner un dedo encima, se lo cortaba.

—Nix, fue por la situación que recién pasamos, yo no pensaba en ella, lo juro. —Cole se volvió a mirarla cuando le pareció que ya estaba cubierta.

—No quiero explicaciones —Nix se encogió de hombros antes de empezar a sujetarse la extensa cabellera en una coleta—. No debimos pasar los límites de la palabra 'amistad'

—Los amigos no se besan ni se gustan, Nix, tú me encantas.

—Te creería en otra vida, en otra época, y siendo diez veces más tonta. —esbozó una sonrisa tan forzada que a Cole le pareció que se echaría a llorar—. ¿Qué ser humano normal en la vida se enamora en una situación como la nuestra?

—Es bueno saber que ya no somos del todo normales, ¿no? Lo lamento, Nix, perdóname, te lo estoy suplicando. —Cole hizo el intento de agarrarle la mano, Nix negó con la cabeza—. Por favor, sé que soy un estúpido, mi cabeza es un lío, no me justifico, es un error, pero no quiero que me odies por eso.

—Nunca te voy a odiar, Coliflor, ese es el problema.

—Créeme que me lo merezco, pero no quiero que sea así, perdóname.

—Déjame darte diez golpes en la quijada, y lo pienso.

—Te dejo darme veinte, pero perdóname sin pensarlo.

—Que sean treinta.

—Veinticinco.

—Mereces cincuenta, no seas tan injusto.

—Mejor empecemos a cavar mi tumba, ¿te parece?

—Mejor solo vete, vete y olvidemos todo el asunto partiendo desde el beso.

— ¿Quieres que me olvide de mi primer beso? Tienes una fascinación por lo imposible.

—Y tú una fascinación por Mya así que vete. —Nix le indicó la puerta con la barbilla.

— ¿Por qué te empeñas en separarnos?

—Yo no la cagué, ¿sí? No te permito que me culpes de algo, vete antes de que suba el número a cien.

—Dame los cien entonces.

Nix estalló uno de sus puños en el colchón, Cole cerró los ojos preparándose para recibir el primer golpe, sin embargo al abrirlos se encontró siendo sujetado en el aire por una versión mucho más pequeña de Om.

— ¿En serio? ¿Lo usas de guardaespaldas? —Cole trató de zafarse del agarre del ser moviéndose de forma frenética, a Om, esto no parecía alterarlo en lo mínimo.

—Agradece que lo he invocado en su forma más pequeña y con menos fuerza. Sácalo de aquí, Om —sentenció la muchacha sin atisbo de duda.

Cole se dejó aupar tal infante hasta que Om decidiese soltarlo; lo llevó de regreso a aquella habitación de tortura en la que habían tenido confinada a Mya, esta última era la única que todavía permanecía en el lugar. Om soltó a Cole en el suelo para luego minimizarse hasta desaparecer, Cole, por su parte, cerró la puerta detrás de sí llamando la atención de Mya.

NetherMostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora