Helado y mentiras

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Margo

Estaba sentada frente a la heladería con un helado de chocomaní entre mis manos todavía asumiendo que era lo que había pasado ya hace un buen rato, yo estaba en shock pero a mi lado parker se veía de lo más tranquilo comiéndose su helado de fresa, ¿Cómo podía estar tan tranquilo? ¿Y por qué yo seguía estando con él?

— ¿Que mierda acaba de pasar? — Pregunté de la nada.

Parker le dió una lamida a su helado y voltio la cabeza para verme directamente a los ojos.

— ¿En serio quieres que te lo explique?

— No...

— Bueno. — Se encogió de hombros y volvió a concentrarse en su helado.

Mi cerebro ya había aceptado la situación pero mi corazón se negaba a hacerlo, se suponía que yo odia a muerte a Parker. Era maleducado, no sabía disculparse, trataba a las chicas como objetos, me dijo que era una niña, me pegó con un balón de voleibol en la barriga, me atropello pero sabiendo todo eso deje que pasará, yo dejé que Parker me tocará de esa forma y no puse ni un pero, no hice nada para detenerlo ¿Por qué no hice nada para deterlo?

Deje que eso pasara sabiendo como le hizo daño a Angie... ¡Angie! Cuando ella se entere va a matarme, me metí con su ligue... Bueno, su ex ligue pero igual es algo horrible, soy la peor amiga del mundo.

— Mierda, — Me tape mis ojos con las manos, recogí mis piernas de la carretera y las pegue a mi pecho. — Angie va a matarme.

— ¿Por? — Me preguntó Parker con el seño fruncido por la confusión.

— ¿Cómo que "por"? Tus y yo hicimos eso, ¡Angie me matará cuando se entere!

— Ella no tiene por qué enterarse. — Eso para el parecía ser la solución más simple, mentir y puede que a él le gustará pero a mí no.

— No le mentire a Angie, no haré eso.

— Piensa que no es mentir, es retener información.

—¡Es ocultarle la verdad y eso está mal! - Me comí lo poco que me quedaba de helado y me puse de pie lo antes posible.

— Porque meterte con su ex ligue no estuvo mal.

¿

En serio había dicho eso?

Me puse de pie echa una furia y Empecé a caminar hasta la parada más cercana para tomar un transporte público he irme lo antes posible a mi casa, pero Parker en ves de quedarse dónde estaba también se puso de pie y me empezó a seguir.

— Margo, espera. Perdón, no quería decir eso. - Me pidió  pero yo no lo hice, seguí caminando sin importarme nada y él me tomo del brazo para que frenará.

Yo lo encare y ahí nos encontrabamos, frente a frente como dos vaqueros apunto de matarse a balas en cualquier momento.

— ¿No querías decirlo, de verdad, Parker? — Le pregunté muy seria. — Me lo acabas de echar en cara como si tú no estuvieras también involucrado en esto, y dime otra cosa... ¿Que hay de Karla?

— ¿Que?

— La chica con la que estabas ligando. —  Le refresque la memoria y su cara se arrugó más.

— ¡La dejé cuando me dijiste que era asqueroso estar con una persona por la cual no sentía nada, ese mismo día se acabó todo con ella!

La camisa del uniforme se le había arrugado y no tenía la chaqueta encima, su cara se estaba empezando a contraer de la rabia y me miraba como si no me entendiera.

Si tan solo supiera que yo tampoco me entendia.

— Y dále otra vez con eso, ¡Que yo nunca te dije nada de eso!

— Lo hiciste el día de la fiesta. —  Él se estaba empezando a desesperar.

—  ¡No recuerdo una mierda de esa noche! - Le espete directo a la cara.

Mis palabras parecieron decepcionar lo un poco pero rápidamente volvió a adoptar su pose de superioridad.

—  Me suplicaste que dejara de ligar con Angie y que no le volviera a hablar a Karla, ¿No lo recuerdas? Me confesaste que estabas loca por mi desde que te coche con el maldito coche. — Escupía cada palabra con rabia y desprecio.

¿En serio yo le había pedido todo esto? No, no lo creo.

— Eso es mentira. — Le respondí en un hilo de voz.

— Piensa lo que quieras, me equivoqué al pensar que no eras una niña. Eres tan inmadura como una y todo lo exageras al triple.

Él me lanzó una última mirada de rabia y se subió en su coche, encendió el motor y se fue de ese lugar dejándome allí sola, por suerte tenía algo de dinero para pagar el transporte público.

Espere un rato hasta que por fin llegó uno. Al llegar a mi casa no me moleste en saludar a nadie, fui directo a mi habitación y quise llamar a Vips pero cuando estaba buscando mi teléfono no lo conseguí por ningún parte... ¡Mierda, mi bolso! Lo había dejado en el coche de Parker cuando fuimos por los helados, me deje caer de espalda en la cama y hice todo lo que pude para intentar recordar algo de esa noche pero otra vez no conseguí nada, me di una ducha y me puse mi pijama de Spiderman, esa era sin duda mi pijama favorita.

Baje a comer y volví a mi habitación, no tenía ganas de hablar con nadie, ví televisión un rato pero decidí que lo mejor era descansar, mañana sería un nuevo día y todo saldría mejor. Me tape con las sábanas y cerré mis ojos y antes de que me diera cuenta ya estaba dormida.

Unos ojos color avellana llegaron a mí mente pero la escena era muy extraña, estaba bailando pero tenía ganas de meterme en una piscina, quería bañarme en sujetador y bragas pero alguien me detuvo. La escena cambio y ahora me encontraba dentro de un coche con un chico al lado, su cara era borrosa pero me estaba hablando algo sobre su nombre, yo le dije que me gustaba más el nombre original y no tenía ni la menor idea de a quien le estaba hablando. La escena volvió a cambiar y estaba en mi habitación con aquel chico, el me busco una pijama y me dijo que me la pusiera en el baño, él me ayudó a meterme en la cama y luego salió por la ventana.

Me levanté de repente y me di cuenta de que ya era de mañana y todo había vuelto a mi cabeza, la fiesta, los cócteles, la piscina, Parker contándome que no tenía una trágica historia detrás de su nombre como un típico cliché , el coche, mi habitación. Lo recordaba todo y recordaba perfectamente cuando le dije que era malo estar con una persona para luego engañarla... Y recuerdo cuando me dijo que dejaría lo que sea que tuviera con ella.

Y tal parece que también lo dejo con Karla, Parker por primera vez había bajado las defensas conmigo y yo lo había olvidado todo, pero lo único que no pasó fue que yo me confesé ante él como él lo dijo.

Hey Imbécil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora