Novios

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Margo

¿Recuerdan que Parker me preguntó si iba a ir a un partido entre los profesores y los alumnos? Bueno, después de eso entre en un conflicto mental de si ir o no ir, así que le comente a Vips y ella junto con Santiago me convencieron para ir.

Así que ahí estaba yo, sentada en una banca viendo a los profesores calentar para jugar un partido de básquet literalmente esto era lo peor que pude llegar a ver en toda mi vida. Se suponía que los que iban a jugar en su contra eran los de último año.

La gente ya se estaba empezando a acomodar y cerca de mi estaban: Victoria, Anaís, Rain y Santiago. No entendía por qué Parker me preguntó si iba a venir si no iba a estar aquí, pero bueno, a mi me importaba un pepino si venía o no.

Mentirosa.

El director se poso en medio de la cancha con un micrófono en una de sus manos y un vasito con juego en la otra.

— ¡Buenos días a todos! — Todos aplaudieron y la sonrisa del director creció más. — Hoy veremos un juego muy amistoso entre nuestros profesores favoritos contra estudiantes del último año, ¡así que denle una fuerte bienvenida a nuestros jugadores de oro!

Todos empezaron a gritar y a aplaudir, yo solo me dedique a aplaudir. La verdad es que mis ojos no querían ver a un grupo de señores mayores sudados y a punto de colapsar, pero si nos ponemos a hablar sobre los rivales... Bueno, a esos si los quería ver. Los profesores entraron con una mano en el aire saludando como si fueran estrellas de la NBA pero nadie les respondió el saludo, todos se quedaron callados y yo solté una risita, los profesores se posaron en medio de la cancha para esperar a sus rivales.

Los alumnos entraron corriendo con camisetas iguales y a esos si que les aplaudieron, gritaron, saludaron y más, y no es para menos si los hubieran visto se les abría caído la baba, todos pasaron pero la última persona que pasó por las puertas de aquella cancha me dejó sin poder hablar... Parker, Parker estaba usando el uniforme de los alumnos y paso corriendo al frente de mi fila guiñándome un ojo al pasar, me encantaría decir que eso no me afectó pero les estaría mintiendo olímpicamente.

Parker tenía el cabello desordenado como era costumbre y el uniforme amarillo le quedaba como anillo al dedo, tenía unos zapatos blancos pero había algo que llamo mi atención... Tenía unas medias de Spiderman, las medias eran largas y pude ver claramente los ojos del hombre araña, la verdad nunca creí que a Parker le gustará Spiderman y sus medias me recordaron mucho a mi pijama de Spiderman.

Él se formó con todos los de su equipo y les dieron la mano a los profesores, ahora podía entender por qué me había preguntado si iba a venir, él quería que lo viera jugar. El partido comenzó y los profesores tomaron primero el balón metiendo rápidamente un punto, absolutamente nadie les aplaudió y eso me hizo reír, porque o sea nadie quería a esos profesores que les reprobaron tantos exámenes.

***

El juego estaba apunto de terminar y los profesores estaban arriba por dos puntos (según lo que me estaban diciendo Santiago y Roger) yo la verdad no estaba entendido absolutamente nada, solo podía estar concentrada viendo a los muchachos jugar, se veían taaaaan bien.

Estaba algo hormonal ese día pero nadie me podía juzgar, estaba en mi etapa de duelo.

Los alumnos tomaron el balón e hicieron un movimiento extraño, un chico se lo paso a otro chico, el otro chico se lo paso a otro chico y este hizo como que la iba a lanzar pero se la paso a otro chico, los profesores les quitaron el balón pero otro chico lo recupero, se lo paso a Parker el cual encestó.

Wou, no entendí absolutamente nada.

Parker me vio puso una sonrisa en sus labios y me señaló, alguno de los ahí presentes me miraron y el director tomo el micrófono.

— ¡Vaya! Tal parece que el estudiante del último año James Parker le ha dedicado el juego a una chica, ¡acércate!

Vips a mi lado me empujo para que bajara y caminara hasta allá, todos los ojos estaban puestos en mi y eso me hizo sentir muy rara, llegué hasta la mitad de la cancha donde ya el equipo de los estudiantes estaban celebrando su victoria, me pare al lado del director y el me pasó un brazo por el hombro.

¿Desde cuándo tanta confianza?
E

staba sudando mucho y ya tenía las axilas de la camisa mojadas. Dios, casi vomito.

— ¿Cuál es tu nombre? — Me preguntó el señor.

— Ehhh... — Iba a responder pero Parker llegó hasta donde estábamos nosotros y le quitó el micrófono de las manos al director.

El director quitó su brazo de mis hombros y este fue remplazo por él de Parker, ¿Que demonios estaba pasando?

— ¡Su nombre es Margo Brown del último año y es mi novia! — Se dió media vuelta y pegó sus labios a los míos.

Todo el lugar exploto en gritos y yo no me podía mover, Parker le devolvió el micrófono al director el cual se quedó con cara de “¿Que paso?” y les juro que yo tenía la misma cara de perplejidad.

¿Novia? ¿Desde cuándo él y yo éramos novios?

El me dedico una sonrisa y bajo su brazo de mis hombros, creo que el esperaba que le dijera algo pero nada salió de mi boca. En lugar de gritarle, pegarle o decirle a todos los allí presentes que era mentira lo único que hice fue irme de ese lugar.

Me detuve en aquel pasillo donde todo comenzó tiempo atrás y pude escuchar sus pasos detenerse detrás de mi, me gire hacia el y pues como era de esperarse tenía una sonrisa burlona en su cara.

— ¿Te parece gracioso? — Pregunté roja de la rabia y la vergüenza.

— ¿El que? ¿Tu cara? Si, la verdad es que si me parece graciosa.

— ¡No, imbécil! ¡Hablo de decir que soy tu novia!

— ¿Que con eso?

Tenía ganas de ahorcarlo, matarlo, ahogarlo o cualquier cosa que lo hiciera sufrir.

— Eres un imbécil. — murmuré.

— Y tu eres mi novia. — Respondió con tono de superioridad.

— ¡No soy tu novia! — Respondí con desesperación.

— Bueno, todos creen que si. — Respondió muy relajado.

— ¡¿Y se puede saber cuándo me pediste ser tu novia?!

— ¿Quieres ser mi novia?

— ¡No!

— Pues te jodes porque ya lo somos.

Parker se empezó a alejar de mi caminado por todo el pasillo dándome la espalda.

— ¡Parker! — Lo llame pero me ignoro y siguió caminando. — ¡Parker vuelve aquí! ¡YO NO SOY TU NOVIA, IDIOTA!

Se perdió por el pasillo dejándome ahí sola con la cabeza trabajando a díez mil por hora.

Imbécil.

Hey Imbécil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora