Visitas nocturnas

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Margo

Ya estaba en mi cama a punto de quedarme dormida. Mi cumpleaños fue... Normal, no hubo nada interesante.

A ver, llegué al instituto y todos me felicitaron excepto Angie por razones obvias, en otras noticias hablé con Germie, Vero y Elena, ellos si dejaron que les explicará lo que está pasando y lo único que me dijeron fue que se les hacía raro que yo estuviera saliendo con Parker aunque fuera mentira.

Parker... Parker no fue hoy al instituto, según Santiago tenía cosas que hacer y  por eso no puedo ir hoy, muchas personas de la otra sección me empezaron a hablar y eso me extraño porque en mi corta vida nunca había tenido contacto con esa gente pero bueno, me cayeron bien.

Cuando llegue a mi casa, mamá y papá ya me estaban esperando con un pastel de chocolate, los tres cantamos cumpleaños y después de picar el pastel subí hasta mi habitación y escuche música hasta quedarme casi dormida.

Eran las ocho casi nueve de la noche y yo estaba entre dormida y despierta cuando escuché un ruido y me moví entre las sábanas, abrí uno de mis ojos con dirección a la ventana y ví una sombra que estaba entrando por la ventana.

Mierda...

¡MIERDA, ME QUERÍAN ROBAR!

¿Que te iban a robar? ¿La dignidad?

No, esa ya la perdí hace mucho tiempo.

La sombra por fin pudo abrir la ventana y entro a la habitación, con mucho cuidado  se fue hasta mi mesita de noche y empezó a mover todo lo que estaba allí con cuidado de no despertarme, ¡Ja! Pues ya estaba despierta.

Doy gracias a papá Dios por siempre darme la idea de guardar un bate bajo la cama por si algún día me pasaba algo como esto, ¿Quien está loca ahora? con mucha delicadeza me moví en la cama captando la atención de la sombra así que me volví a quedar quieta, él o ella volvió a buscar algo por toda la habitación mientras que yo aproveché para tomar el bate y ponerme de pie

Camine hasta él, que estaba buscando algo por mi closet y levanté el bate hasta el aire.

— ¡Ladrón! — Y le pegue en toda la espalda.

Él ( porque terminó siendo un chico) cayó al piso y se empezó a quejar del dolor, encendí las luces y la imágen de Parker retorciéndose del dolor frente a mi me dejó helada.

— ¿Es enserio, Margo? ¿Un bate? — Dijo con el dolor marcando su voz.

— ¡¿Parker?!

Unos golpes en la puerta hicieron que el bate se me cayera, le cayó en el estómago a Parker el cual otra vez se movió del dolor.

— Cariño, ¿Todo está bien?

— Ehhhh, si mamá, es solo que.... estaba viendo una película y me asusté. — Okay eso se podía considerar como la peor excusa del mundo.

— ¿Segura?

— ¡Si,mami. Anda a dormir que yo estoy bien !

— Bueno, está bien. — Pude escuchar como sus pasos se alejaban de la puerta y volví a poner mi atención sobre el muchacho que seguía tirado en el piso.

Hey Imbécil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora