Historia

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Margo

Había ignorado los mensajes de Parker desde el día de la fiesta y no quería ni verle la cara, pero claro que estudiábamos en el mismo instituto y en la misma aula. El universo nunca se podía de mi lado

Dios mío, por favor que llueva tan fuerte que él no pueda salir de su casa.

Obviamente que no iba a llover el día de hoy porque el sol estaba en su mayor esplendor, literalmente estaba haciendo un calor de muerte. Hoy no tenía ganas de ir al instituto pero mis estudios eran primero que mis dramas amorosos (Si es que a mí situación con Parker se le podía llamar dramas amorosos)

¿Que pensaba él? ¿Que cada vez que tuviera ganas podía buscarme y que yo iba a estar dispuesta? ¡No!

Ya iba tarde a clases así que no me fui con Vips, hoy a primera hora nos tocaba historia con mi profesor favorito, claro que tenía su carácter pero había momentos en los que caía muy bien, abrí la puerta del aula y me di cuenta que todos estaban sentado en parejas.

Mierda, hoy era la prueba en parejas.

— Buenos días, profe. Perdone la tardanza. — Le saludé y el me dedico una sonrisa.

— Buenos días, Margo. Sientate con uno de los que están sin pareja para que se pongan a trabar.

Busque con la mirada a Vips pero era ya estaba con Rain, intente con Angie pero estaba con Vero, Elena con Germie, Anaís y Santiago, y así estaban todos.

— Ehhh, profe, — Le toque el hombro y el se giró hacia mi. — No hay nadie libre.

El vio a todos el salón y otra vez a mi.

— Ah, pero allí está Parker, pueden hacer el trabajo juntos.

— Profe pero no lo puedo hacer yo sol...

— Margo. — Me hablo serio.

— ¿Si?

— Sientate con Parker y hagan el trabajo.

La mayoría estaban concentrados en sus cosas, eran pocos los que me estaba viendo y con esos pocos quiero decir que solo Vips, Santiago y Anaís me estaban viendo. Me acerque hasta donde Parker estaba sentado de espalda sin verme a la cara, cruce el asiento y me senté justo al frente de él.

Tanto que le pedí a Dios que Parker no viniera hoy y ahora estaba haciendo un trabajo con él, ¿Por qué? ¿Por qué esto siempre me está pasando a mi?

El me estaba viendo pero yo no le ofrecí mi mirada, simplemente saque mis cosas y me puse a responder todas las preguntas que estaba en la hoja, las preguntas no eran nada del otro mundo y la verdad es que siento que esto estaba muy fácil.

— ¿Cómo estás? — Me preguntó pero yo mantenía mi pose de no querer hablar con él aunque me estaba muriendo por hablar con él. — Margo, esto ya es estúpido, ¿Te puedes comportar como una mujer madura y responderme?

¿Una mujer madura? ¿Y a este que mierda le pasaba?

Yo no ando por allí diciéndole en la cara que parecía un niño por las actitudes que tomaba.

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