Novia

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Margo

Mierda.

Mi-er-da

— Cariño, ¿Puedo pasar? — ¡Mierda, era su mamá!

Yo me quede helada viendo a Parker también entrar en pánico.

— ¡Un momento, ma! — Me hizo una seña que me oculta debajo de la cama lo cual hice en cuestión de un micro segundo.

Él medio se acomodo el cabello y los pantalones para poder abrirle la puerta a su mamá, Ella paso a la habitación y empezó a recoger la ropa sucia de Parker  para meterla en una cesta que tenía entre sus manos.

— ¿Cuando llegaste, ma? — Le empezó a sacar plática, con la voz aún ronca.

— Hace rato, fuí a comprar unas cosas y me quedé hablando con la vecina.

— Ummmm.

La mamá se agachó para recoger ropa del piso y se acercó hasta la orilla de la cama para recoger la que estaba abajo, antes de que pudiera verme Parker le cambio el tema para que se concentrará en otra cosa.

— ¡Bajo la cama no hay ropa!

La mamá se sorprendió mucho al ver que su hijo se alarmó de esa manera, se volvió a poner de pie y solo le podía ver los pies. La mujer siguió recogiendo y medio limpiando pero dijo algo que me confundió, algo que me confundió mucho para ser sincera.

— ¿Cómo está Karla?

¿Karla? ¿Esa no era la chica de la fiesta, la que estudia en la otra sección, la morena tetona?

— Pues, bien. — Respondió muy tranquilo.

— ¿Cuando la vuelves a invitar a comer?, Me cae muy bien esa chica.

— Estos días ha estado muy ocupada.

— Me encanta que por fin tengas una novia que te trate tan bien. Bueno, mi amor, voy a ir a lavar la ropa... Ordena tu cuarto que parece un chiquero.

Novia...

Me quedé inmóvil bajo la cama de Parker al escuchar esa palabra. Pude escuchar como la madre de Parker salía de la habitación a pasos lentos.

— Mamá, espera. — El salió detrás de ella y cerró la puerta a sus espaldas.

Con los ojos picándome, salí de debajo de la cama , ¿Por qué me estaban picando los ojos?

Sentía como un nudo se me estaba formando en mi garganta y me estaba costando respirar, tome mis bragas y mis pantalones, y me los pase por las piernas, tome mi camisa todavía mojada y le lleve.

Me puse los zapatos y me dirigí hasta su ventana y la abrí, no estaba muy alejada del piso así que si intentaba bajar no me iba a lástimar. Use todas mis habilidades para poder bajar y en cuestión de unos segundos ya estaba tocando el suelo, empecé a alejarme a paso apresurado de la casa de Parker, la gente me veía como si estuviera loca pero a mí me importaba muy poco lo que estuvieran pensando yo solo me quería ir de allí lo antes posible.

¿Cómo pude ser tan idiota? Era obvio que Parker no iba a cambiar y lo que dolía más es que ya había aceptado que el me gustaba, no solo me gustaba... Me encantaba pero él siempre iba a ser él y nadie podría cambiar eso.

Yo pensé... No sé ni que mierda fue lo que pensé, pero me equivoqué.

No quería llegar a casa así y que mis padres me preguntarán que me estaba pasando, no, no estaba para responder preguntas. En vez de irme a mi casa seguí de largo y me dirigí hacia la casa de la única persona que no me obligaría a hablar. Toque la puerta de la casa de Vips y ella abrió con un moño recogido sobre su cabeza y con su pijama puesta, al verme su cara cambio y puso una de total preocupación.

— Ay, mi Magie. — Me abrió sus brazos y yo no dude ni un segundo antes de lanzarme a sus brazos. — ¿Quieres hablar?

Yo negué con la cabeza y ella lo entendió completamente, nos quedamos en su sala en completo silencio, yo acostada sobre sus piernas y ella sobándome la cabeza. Cuando por fin estube liste le conté todo lo que había pasado... Le dije todo lo que pasó desde que llegué a ese lugar, le conté lo que había pasado en su habitación y le dije lo que le había escuchado decir a su mamá. Ella me escucho atentamente y en ningún momento me interrumpió, ella simplemente estaba dejado que me desahogara por completo...

Gruesas lágrimas se derramaban sobre mis mejillas y ella las limpio con uno de sus dedos.

— Me gusta, Vips. — Eso me costó decirle, hasta las palabras al paso que daban me dejaban la garganta herida. — Me gusta James Parker y él está saliendo con Karla.

— Ay, cariño. — Me volvió a sobar la cabeza y yo me tape los ojos con las manos.

— ¿Y sabes que es lo peor? Que yo dejé que todo esto pasará, yo dejé que el me tocará de esa forma... Todo fue culpa mía, todo fue... Culpa mía. Soy una completa imbécil.

Ella me tomo por los hombros y me sentó de golpe.

— No, Magie, Parker ya es lo suficientemente grande para saber que era lo que estaba haciendo y si bien tu te dejaste guiar por lo que sentías él sabía perfectamente que era lo que estaba haciendo.

— Pero...

— Pero nada. Magie, eres hermosa, inteligente, creativa... Si Parker no sé da cuenta de eso es porque es un imbécil y no se merece que derrames ni una lágrima más por el. Tu no tienes nada de malo y para nada eres una imbécil.

Me seco las pocas lágrimas que me quedaban.

— ¿Que se supone que tengo que hacer ahora, Vips?

— Ignóralo. — Respondió severa.

— ¿Cómo se supone que voy a hacer eso? Él muy imbécil estudia conmigo y me lo encuentro en todas partes.

— Pues lo tendrás que intentar, aguanta, faltan solamente un mes  para las vacaciones y no lo vas a ver en mucho tiempo.

— ¿Solo un mes?

— Solo un mes y estoy segura que va a pasar muy rápido.

Ella me dió un abrazo y me dijo que si me quería quedar a comer, hicimos pasta con queso y hablamos de cualquier cosa que no fuera Parker pero todavía no me lo podia sacar de la cabeza.

Mañana me lo tendría que volver a encontrar en el instituto y no iba a poder, solamente tenía que soportar un mese más y me liberaría.

Parker fue lo peor que me pudo mandar el universo, si no hubiera Sido por el no me hubieran atropellado, pegado con un balón de voleibol y lastimado el corazón y el orgullo de esta forma.

Maldito, Parker.

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