Este capítulo no es obligatorio leerlo, este capítulo no afecta nada en la historia de Parker y Margo solo es para conocer un poco más a los personajes.
Sin más que decir, bye.Victoria:
Podía ver perfectamente el coche de Parker alejándose del lugar con Magie adentro de el, había perdido a Magie hace un rato porque estaba haciendo fila para ir al baño cuando se me acercó un chico de cabello rizado diciéndome que Parker iba a llevar a Margo a su casa, obviamente salí corriendo a la entrada para buscar a Magie pero ella ya se había ido del lugar.
Y ahí estaba yo, sola como una estúpida en la entrada del club viendo como mi mejor amiga se iba en un coche con el chico que según ella odiaba a muerte. El chico de hace rato había aparecido por las puertas del club y se acercó hasta dónde yo estaba, se paró junto a mi viendo el coche de Parker desaparecer en la oscuridad de la noche.
— Bueno, Le dije a Parker que te llevaría a tu casa, así que... ¿Nos vamos? — Me preguntó él, con las manos metidas en los bolsillos.
— ¿Perdona?, No te conozco y no me iré a mi casa contigo. — Me di la vuelta para regresar a la fiesta pero el fue más rápido que yo y me tomo de la mano para que no me fuera.
— Mucho gusto, me llamo Roger. — El me ofreció su mano y yo la ví con total desconfianza.
Me tomé ese momento para poder detallarlo mejor. Su cabello era rizado y de un negro muy puro, su piel era blanca y su voz era gruesa, era de mi altura o quizás un poquito más alto que yo, el seguía con su mano estirada esperando que yo la tomara y al final lo hice.
— Victoria. — Respondí con sequedad.
El apretó mi mano y la soltó en cuestión de unos segundos. El estaba vestido con una camisa azul rey y nos Jeans desgastados, y en sus pies tenía las siempre fiel converse, el chico era atractivo, lo admito pero eso no quitará el hecho de que sea un extraño.
— Pues ya nos conocemos, Entonces, ¿Nos vamos? — Me preguntó sacándose las llaves del bolsillo.
— Que sepa tu nombre no quiere decir que me vaya a ir contigo. — Le dejé muy en claro. — Y a todas estas, ¿Por qué Margie se fue con Parker?
— Tu amiga estaba muy ebria y casi se desnuda en la piscina — Lo decía tan serio que fue por eso que le creí. — ¿Ya nos podemos ir?
Dios mío, Margo, ¿En qué mierda te metiste?
— Tengo coche, yo me puedo ir cuando quiera. — Baje las mini escaleras de la entrada para ir por mi coche y Roger vino detrás de mi.
— Igual te tengo que acompañar.
— ¿Por?
— Porque si no lo hago Parker o tu amiga podrían matarme.
— Aaaah, Entonces todo es porque te da miedo Parker — Lo encare, el estaba a unos centímetros de mi y a esta distancia ya podía percibir perfectamente el olor de su colonia. — No necesito una niñera.
El dió un paso acercándose más hacia mi y mi corazón dió un vuelvo sabrá Dios por qué.
— Yo no le tengo miedo a Parker, pero de igual forma te voy a llevar a tu casa.
— Tu no me puedes decir que hacer.
— ¿Quieres ponerlo a prueba? — Quedábamos a la misma altura. — Nos vamos.
Mi sonrisa se enganchó cuando una malévola idea paso por mi cabeza.
— Bueno, si tú quieres, pero yo me voy en mi coche. — Me di la vuelta y fui hasta mi coche rojo, el coche de él estaba estacionado justamente al lado del mismo así que mientras él se subió al suyo, yo encendía el mío.
Salí del estacionamiento y el venía justamente detrás de mi, llevaba manejando un buen rato sin ningún problema y el me estaba siguiendo tal cual como le dijo a Parker que lo haría, momento de empezar el plan.
Pise el acelerador y empecé a correr por la calle como si fuera una pista de carreras, Blinding Lights de The Weekend empezó a sonar y yo iba cantando a todo pulmón, Rápidamente perdí el coche de Roger de vista y pude volver a respirar tranquila pero lo que menos esperaba era verlo al lado de mi coche lanzando una sonrisa pícara, crucé bruscamente en una curva y el contra todo pronóstico hizo lo mismo, pise el acelerador hasta el fondo y el hizo exactamente lo mismo, estábamos lado a lado, yo en mi convertible rojo y él en su camioneta negra a toda velocidad por las calles de aquella ciudad.
Dios, me sentía como en rápidos y furiosos.
Hice todo lo que pude para perderlo pero no lo conseguí, si yo daba cinco vueltas el hacia lo mismo, era como un jodido chicle que no se me despegaba. Llegue a mi calle y de un un golpe frené el coche justo al frente de mi casa, más atrás llegó Roger bajándose del coche a la par que yo lo hacía.
Me recosté sobre el capo del coche y él se acercó a mí, se paró al frente de mi y me dedico una sonrisa de lado, yo tenía los brazos cruzados y el se iba acercando más y más a mi.
— Sabes correr. — Me halagó pero yo no iba a caer en sus encantos, esos rizos no me iban hacer caer... Aún.
— Te dije que no necesitaba niñera.
Se fue acercando lentamente hasta que recostó sus manos a cada lado de cuerpo, el tenía las manos apolladas en el capo del coche y con la misma sonrisita.
— Nunca dije que la necesitarás, solo te dije que Parker me pidió que te acompañará.
— Pues ya ves que no necesito compañía.
El acercó su cara a la mía y podía sentir su respiración cerca de mi, nuestras narices casi que se tocaban y nuestros ojos estaban viéndose directamente.
— ¿Segura?
Me había quedado paralizada, no salía respuesta de mi boca y el solo pudo soltar una carcajada al verme así.
— Nos vemos, Victoria. — Mi nombre en su boca sonaba jodidamente bien, pronunciaba cada letra lentamente y no sabía porque me estana gustando tanto.
— Ojalá sea pronto, Roger. — Estaba intentando que mi voz sonara lo más provocadora posible.
— Si estudias en el aula de al lado creo que si será muy pronto.
Esperen, ¿El estudia en el mismo instituto y hasta ahora yo me enteraba?
El se separó de mi y el frío de la noche volvió a golpear mi cuerpo, se fue hasta su coche y me dedico una sonrisa antes de arrancar el motor del coche, y irse de allí en cuestión de segundos.
Mierda.
¿Que había sido todo eso?
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Hey Imbécil
RomanceParker y Margo, dos almas unidas por un pequeño choque convirtiendo así a Parker en el peor enemigo de Margo. Odio, problemas, amor y pasión se convertirán en los acompañantes de estos dos individuos. Dicen que el odio va de la mano con el amor, ¿S...