rude boy ✧ haobin

capítulo 4.

Las clases terminaron y Hanbin se encontraba en el patio del edificio, estaba aprovechando para fumarse un cigarro tranquilamente, pero en aquel momento se acercó a él una chica linda llamada Minnie Yontaratak.

—Hola, Hanbin—le sonrió coquetamente y se sentó a su lado.

—Hola.

—¿Me invitas un poco?—preguntó y sin esperar su respuesta, le quitó el cigarro de la boca para llevarla a la suya, Hanbin no dijo nada, simplemente la miró.

A lo lejos se encontraban Zhanghao y su mejor amigo Kuanjui caminado mientras platicaban de cosas irrelevantes, cuando el pelinegro miró a Hanbin y a la chica juntos.

—¿Qué hace esa tipa con él?—preguntó con enojo.

—¿Estas celoso?—se burló Kuanjui.

—Por supuesto—cruzó los brazos—No soportó el hecho de qué a Hanbin le gusten las chicas, ¿qué tienen ellas qué no tenga yo?

—¿Quieres qué realmente te responda?

—No me interesa, no necesito ser una chica para lograr lo qué quiero—contestó muy seguro de si—Y voy a demostrarlo.

Después de qué Minnie terminará de coquetear con el peliazul y haber hecho planes para verse en la noche, se dirigió hacía el baño y Zhanghao aprovecho para seguirlo.

—¿Otra vez tú?—le preguntó con irritación.

—¿Qué? ¿ya no puedo venir al baño?—preguntó mientras se levaba las manos.

—Cómo sea—se las lavó también.

Zhanghao estaba tratando de pensar alguna forma de insinuarse de nuevo, pero ¿cómo lo hacía sin qué Hanbin quisiera golpearlo?

—Te vi hablando con Minnie hace un rato...Hanbin no contestó.—¿Vas a salir con ella?

—¿A ti qué?—preguntó al momento en el qué se secaba las manos.

—¿Van a tener sexo?—se atrevió a preguntar.

—Si, vamos a tener sexo.

Hanbin estaba dispuesto a hacerlo enojar, a dejarle en claro qué prefería las mujeres y qué jamás se metería con un chico, pero lo qué no sabía era qué Zhanghao jamás se daba por vencido.

—Estoy celoso por eso—se acercó a él y quedó frente suyo—Yo también quiero qué me folles.

—¿Te recuerdo algo?—él asintió—No tienes vagina, así que nunca te follaría.

Zhanghao soltó una risita sarcástica al oír aquello.

—No, pero tengo un trasero divino y ¿sabes? Esta tan apretado qué vas a sentir tan delicio....

—Hey, basta—le interrumpió, realmente estaba comenzando a sentir cosas raras al oírle hablar así y no quería.

—También tengo una linda boquita y unas delicadas manos qué pueden hacerte cosas qué te encantarán—habló mientras se mordía los labios y sin importarle recibir un empujo de nuevo, colocó sus manos alrededor de su cuello.

—Eres necio—contestó sin apartarlo.

—¿Por qué no me apartas?—lo miró con una sonrisa maliciosa—¿Quieres seguir escuchando lo qué te puedo hacer?

Zhanghao bajó su mirada a los labios de Hanbin y sin poder aguantarse más, le dió un pequeño beso.

—Jamás voy amar a un chico—le aseguró sin quejarse por el beso ni apartar sus manos.

—No te estoy pidiendo qué me ames—contestó con una sonrisa burlona—Yo no te amo, solo quiero tener sexo contigo.

Hanbin arqueó una ceja, pero no dijo nada, en su lugar llevo las manos a la cintura de Zhanghao.

—Voy a besarte—le advirtió y sin recibir repuesta de Hanbin, finalmente acercó sus labios hasta besarlo.

Hanbin no estaba seguro de lo qué hacía, simplemente estaba dejándose llevar, por un momento dejo de pensar en qué había jurado ser completamente heterosexual.

Los labios de Zhanghao se movían suavemente y cuando tuvo oportunidad metió su lengua dentro de la boca del peliazul, estaba tan excitado, besarlo era tal y como lo había imaginado e incluso mejor. Hanbin metió las manos dentro de la camisa de Zhanghao para comenzar acariciar su pequeña cintura y darle ligeros apretones, provocando qué Zhanghao soltara un pequeñito gemido y mordiera sus labios.

Ambos se separaron por falta de aire y Zhanghao se limpió los labios ya qué estaban llenos de saliva, pero lejos de darle asco, le encantaba. Estaba a punto de mirar hacía abajo para mirar si Hanbin tenía una erección, pero esté no lo dejó.

—No mires—habló fríamente.

—¿No quieres que vea qué hice qué tu linda polla se pusiera dura?

—No es por ti—mintió.

—De acuerdo, no es por mi—hizo como si le creyera—Pero déjame ayudarte con ella.

Hanbin lo pensó unos segundos, ¿qué más daba si dejaba que se la chupará un chico? Eso no lo convertía en gay, ¿o si?

Zhanghao tomó de la mano al peliazul y lo metió dentro de un cubículo, cerró con seguro y lo empujó para qué se sentara, se arrodilló y desabrochó su pantalón.

—No quiero qué le digas a nadie de esto, si lo haces te golpearé muy feo, Zhang.

—Si, si, lo qué tú digas—sacó su miembro y quedó sorprendido con el grosor y tamaño de este, qué en vez de sentir qué le estaba haciendo un favor a a Hanbin por ayudarlo con su erección, sentía qué el favor se lo estaba haciendo a él.

Zhanghao pasó su lengua por la punta de su miembro y luego bajó por toda la base, subió de nuevo y miro a Hanbin descaradamente, quién lejos de sentirse asqueado como había creído, estaba tan excitado.

—Mételo dentro de tu boca—le habló con la voz ronca y el ceño fruncido.

Zhanghao asintió y finalmente metió su miembro dentro de su boca caliente, haciendo qué Hanbin inconscientemente soltará un gemido. Los movimientos del pelinegro eran lentos, pero sabía cómo hacerlo para volver loco al peliazul, quién se había tapado la boca para qué sus gemidos no se escuchasen, pero en el momento en el qué su pene llegó hasta la garganta de Zhanghao, no pudo controlarse y de su boca salió un fuerte gemido acompañado de un "Oh, Zhanghao"

El mencionado comenzó acelerar sus movimientos hasta qué finalmente hizo que se corriera dentro de su boca y si, se tragó todo sin molestia alguna.

—Sabes tan delicioso, bebé—dijo aún arrodillado y mirándole desde ahí.

—Mierda, lo haces tan bien...—le halagó—...Es una lastima qué seas un chico.

Zhanghao rodó los ojos.

—Este chico acaba de hacerte venir y también acabas de gemir su nombre— se levanto para darse la vuelta y abrir la puerta y Hanbin guardó rápidamente su miembro dentro de su pantalón—Se qué después de esto me buscarás así que deja de hacerte el machito.

Y diciendo eso se marchó del baño dejando al peliazul solo. Quien estaba tratando de entender cómo se había dejado llevar de esa manera y porqué le había gustado tanto.

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!gracias por leer¡