capítulo 35.

723 75 14
                                    

Podía jurarlo, por un momento sintió que su corazón dejó de latir y qué su respiración comenzó a hacerle muy difícil.

Aquello tenía que ser una estúpida broma.

—¿Hanbin?—miró al chico con la esperanza de qué fuese una mentira—Lo que ella está diciendo no es verdad, ¿cierto?

—¡Es verdad! ¿quieres ver la jodida prueba?—exclamó Minnie, pero él pelinegro la ignoraba—Aléjate de Hanbin, ya no tienes nada que hacer con él.

—Hanbin, responde, ¿es cierto?—repitió sin dejar de mirarlo.

—Zhanghao... lo siento, yo iba a decírtelo, te lo juro—comenzó hablar, pero él lo interrumpió.

—Vete a la mierda, Sung—dijo sin expresión alguna, se dio la vuelta para irse y comenzar a caminar lo más rápido que podía. Lo sentía, estaba a punto de romperse... quería llorar, pero no estaba dispuesto a hacerlo enfrente de ellos.

Hanbin corrió hasta alcanzarlo sin importarle en lo más mínimo la chica, le agarró del brazo para detenerlo y Zhanghao detuvo sus pasos dándose la vuelta para mirarlo.

—¿Qué es lo que quieres?—no se soltó de su agarre, con la otra mano mantenía la cajita con solo un brazalete dentro, pues el otro que era para él, lo tenía guardado en casa.

—Zhanghao, por favor, solo escúchame—le suplicó—Solo dame un minuto.

—No quiero escucharte, ¿puedes soltarme?

—Por favor... te lo ruego, solo un minuto.

—Bien, habla qué el tiempo corre—contestó con el mismo tono cortante.

Hanbin soltó un gran suspiró y comenzó a explicarle.

—Yo se qué es una jodida mierda que Minnie esté embarazada, lo sé—lo miró con los ojitos cristalizados—Lo juro, eso no estaba en mis planes, yo no tenía idea. Inclusive la terminé como me pediste... le dejé muy en claro qué no iba a alejarme de ti, que quiero estar contigo y no con ella, joder, se lo repetí tantas veces, créeme, por favor.

—¿Hace cuanto lo supiste?—fue lo único que preguntó.

—Hace unos días.

—¿Y por qué no me dijiste, Bin?—se mordió el labio tratando de no sollozar—¡Pensabas no decirme, querías verme la cara de idiota, lo sé!

—No, te juro que no es así, solo tenía miedo de qué terminarás con esto... de qué arruinará todo lo que hemos avanzado—una lágrima comenzó a caer por su mejilla—Estaba buscando la manera de decirte, lo siento...

—Si, Hanbin, esto ha arruinado todo lo que hemos avanzado—habló fríamente—Hazte cargo de tu hijo y de Minnie, o no sé... haz lo que quieras, pero yo ya no te quiero cerca de mi.

Y al oír aquello, Hanbin se rompió y comenzó a llorar. No quería que se terminará, en verdad quería a Zhanghao, joder, lo quería tanto que le estaba doliendo peor de lo que había creído.

—No hagas esto, Zhanghao—rogó mientras agarraba con más fuerza su brazo—No es justo, no lo hagas, ¡se qué me quieres y yo a ti! ¿Porqué tendríamos que separarnos?

—¡Por qué serás papá, Hanbin!—gritó con enojo y se soltó de su agarre—¡Entiende, no es cualquier cosa, carajo!

—No quiero a ese bebé y mucho menos a Minnie, te quiero a ti, solo a ti—se limpió las lágrimas—Por favor, entiéndeme.

Zhanghao quería llorar, porqué si, él también quería a Hanbin, pero el hecho de qué Minnie estuviese embarazada era algo que no podía dejar pasar y hacer como si nada, su orgullo no le permitiría aquello, era como si se estuviese burlando de él.

—Toma, Min—le entregó la cajita—Es lo primero y lo último que vas a recibir de mi, cuando me vaya de aquí, te pido que no me vuelvas a buscar ¿entiendes?

Se dio la vuelta sin dejarle contestar y comenzó a correr lo más lejos que podía, no quería que lo volviese a perseguir, solo quería llegar a casa y llorar.

—¡No, Zhanghao, joder! ¡vuelve!—corrió para alcanzarlo, pero fue imposible, pues Zhanghao había tomado un taxi—¡Por favor, no me hagas esto! ¡mierda, no!

Era horrible, sentía su corazón desgarrándose, sabía que Zhanghao no volvería, lo conocía lo suficiente para saber que su orgullo era demasiado para hacerlo, sabía que todo estaba arruinado, ni siquiera llegaron a ser nada, pero joder, en verdad sentía que lo era todo.

—Hanbin...—habló Minnie a su lado, pero él la ignoró hasta entrar a casa y cerrarle la puerta en las narices. Deslizó la espalda por la puerta hasta quedar de rodillas y abrir la cajita que Zhanghao le acababa de dar, entonces vio aquel brazalete y le dolió mucho más el corazón, pero leer aquella nota fue mucho peor.

«Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede tensarse o enredarse, pero nunca romperse».

No se movió de ahí, si no qué, lloró desconsoladamente hasta cansarse y sentir que no podían salir más lágrimas de sus ojos.

Todo se había terminado sin ni siquiera comenzar...

✹✹✹

Nunca creyó que alejarse de Hanbin le iba a doler tanto, pero la verdad era qué si, le estaba doliendo como una mierda, apenas había podido dejar de llorar y es qué, realmente se había ilusionado con Min, por primera vez en su vida sintió lo que era estar enamorado y lamentablemente no había durado mucho.

Mientras estaba acostado en su cama viendo hacía el techo y las últimas lágrimas caían por sus mejillas, recordó lo que había estado haciendo aquella tarde y no pudo evitar soltar una risita, pero claro, no era ni siquiera un poco de diversión. Se sentía tan estúpido... ¿cómo se permitió abrir su corazón? ¿cómo pudo confiar en qué lo cuidaría y le enseñaría lo que era el amor? vaya que se había equivocado.

Estar con Hanbin no era cosa del destino, él debía estar con Minnie Yontaratak, la madre de su bebé...

Zhanghao en verdad podría llegar a ser un chico malo para conseguir lo que quería, pero... ¿dejar a un niño sin padre? no, él jamás haría algo así.

Hanbin tenía que estar con Minnie, era lo mejor, y si él no quería, pues no sería culpa suya, él estaba haciendo lo correcto, ¿cierto?

Aún si sentía su corazón doler... 

✹✹✹

!gracias por leer¡

rude boy ✧ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora