rude boy ✧ haobin

capítulo 29.

Antes de llegar a la escuela, Hanbin había pasado a comprar una bebida de fresa para Zhanghao, tal vez era algo cursi, pero de esa manera le demostraría que realmente pensaba en él.

—¿Y esto?

—Es para ti—sonrió—Se qué te gustan.

Zhanghao no pudo evitar sentirse contento por aquella acción.

—Gracias—le sonrió también, ambos se quedaron viendo por unos segundos y después, él peliazul se alejó para sentarse en su asiento.

—¿Y eso?—preguntó Kuanjui con el ceño fruncido—¿Ya están saliendo o qué?

—Algo así, he decidió darle una oportunidad.

—¿Por qué, Zhanghao?

—Porque si—lo miró extrañado—¿Te molesta?

Eran mejores amigos, pero últimamente habían estado muy distanciados, cosa que a Kuanjui le entristecía, porqué el quería verlo, pasar tiempo a su lado. Era realmente difícil estar enamorado de tu mejor amigo y no poder decirle por miedo a arruinar todo, además lo sabía, Zhanghao jamás le iba a corresponder con el mismo sentimiento.

Tenía a Hanbin y en verdad le sorprendía que le haya dado una oportunidad, Zhanghao nunca hacía eso, no le interesaban las cosas serias, ni siquiera intentarlo, pero ¿qué cambiaba con Hanbin?

—No, olvídalo—contestó cortante y puso de nuevo su atención en la tarea.

—¿Te pasa algo?—preguntó Zhanghao con el ceño fruncido—Siempre que habló de Hanbin te pones así.

—No es verdad.

—Si lo es, ¿qué tienes contra él?

—Quiero concentrarme en mi tarea—respondió sin apartar la vista de su cuaderno—No me distraigas.

El pelinegro rodó los ojos y decidió no hacerle caso a Kuanjui, pues no entendía el porqué de su comportamiento tan extraño.

Durante las clases que Zhanghao y Hanbin tenían juntos, no pudieron evitar mirarse de vez en cuando y sonreírse, era como si algo hubiese cambiado de la noche a la mañana con ellos. Y aunque Zhanghao no quisiera aceptarlo, muy en el fondo de su corazón sabía que sentía algo por él peliazul, pero prefería no decirlo en voz alta, porque si lo hacía, le daba poder sobre él y no quería eso.

No quería darle atención y demostrarle que estaba contento por salir con él, porqué sabía que algo cambiaría, o bueno, eso era lo que pensaba, qué Hanbin comenzaría a sentirse importante y a comportarse de una manera distinta. Qué ya no le daría atención, ni tampoco trataría de conquistarlo y eso era lo que a Zhanghao le hacía sentirse bien, sentir que se estaba esforzando por lograr su confianza.

—¿Quieres venir a casa conmigo?—le preguntó con un puchero—Extraño pasar tiempo contigo.

Kuanjui no quería comenzar a ser malo con Zhanghao, pero estaba siendo demasiado difícil para él tener que ocultar lo que sentía, cuando en realidad moría por poder besarlo y confesarle lo que sentía.

Y era por eso, que había decidió tomar su distancia por un tiempo.

—No puedo, tengo cosas que hacer—respondió tratando de no sonar cortante.

—Ah, bueno, será después—contestó desanimado, él quería contarle lo que estaba pasando con sus padres y cómo se sentía, pero suponía que sería en otra ocasión—Nos vemos mañana.

—Seguro—se despidió con la mano y se dio la vuelta para marcharse.

Soltó un suspiró de desilusión y estaba dispuesto a irse a casa, cuando Hanbin apareció.