rude boy ✧ haobin

capítulo 44.

Mañana era el día en el que Zhanghao recuperaría a su chico, porque si, Hanbin era suyo y no dejaría que Minnie se saliera con la suya, ahora que sabía la verdad, que ella no estaba embarazada, no dejaría por nada del mundo que se casará con Sung. Después de haber planeado por varios días lo que iba a hacer junto a Kuanjui para impedir aquella boda, al fin todo estaba listo, faltaban menos de 24 horas para eso y Zhanghao no podía con la felicidad que estaba sintiendo. Y es que... ¡recuperaría a Hanbin!

—Dios, estoy tan feliz, madre—sonrió con un hermoso brillo de ilusión en los ojos—No puedo esperar a que sea mañana.

—Me alegra que estés tan feliz, cariño—sonrió también, si su hijo era feliz, ella lo sería también—Me da mucho gusto que esa chica no se saldrá con la suya.

—¡Lo sé, es genial!—soltó una risita y suspiró—De por si me caía muy mal y ahora peor, está loca, ¿no crees?

—Mmmh, pues si, lo está—se encogió de hombros—Que sus padres se encarguen de ella.

—Trataré de dormir, madre—se levantó del sofá—Aunque dudo que pueda.

—Descansa Hao, mañana será un día largo—le dio un beso en la mejilla—Te amo.

—¡Te quiero!—se dirigió a su habitación para acostarse en su cama, dudaba mucho poder dormir, pues tenía tantos nervios, pero trataría.

✹✹✹

Eran las cuatro de la mañana y Hanbin no había conseguido poder dormir, se encontraba en su cama mientras miraba el techo y miles de pensamientos pasaban por su mente. Estaba a tan solo unas pocas horas de casarse con Minnie y no quería, solo podía pensar en Zhanghao, en lo mucho que lo iba a extrañar, en que definitivamente jamás lo iba a querer ver de nuevo. Todas sus esperanzas estaban por tirarse a la basura y las ganas de llorar llegaron de nuevo a él.

—Maldito sea el día en que me metí contigo—habló para Minnie y una lágrima se deslizo por su mejilla. Desvió su mirada hasta su armario y ahí estaba colgado aquel traje azul que usaría mañana, lo detestaba, odiaba una prenda y sabía que era jodidamente absurdo. Aún con las pocas lágrimas que salían de sus cansados ojos, tomó su celular para mirar las fotos que había guardado de Zhanghao y eso solo consiguió que se atormentará mucho más.

El estar enamorado es un sentimiento muy lindo, te llena de ilusión y felicidad, pero cuando estás enamorado de una persona con la que no puedes estar, ese sentimiento es horrible, es el peor de todos. Te hace sentir triste, desesperado y sin ánimos de nada, lo único que quieres es estar con esa persona y sabes que no mejorarás porque no podrás estar junto a ella.

Las horas pasaron y logró poder dormir hasta las siete de la mañana, pero su descanso no duró por mucho, porque a las nueve sonó su alarma y su madre se encontraba tocando su puerta.

—Cariño, ¿estás despierto?

—Si—se frotó los ojos y se levantó de la cama para ir a abrirle, ella tampoco estaba feliz y lo supo al mirar su rostro triste—Esté maldito día a comenzado.

—Lo siento tanto—lo abrazó fuertemente—Recuerda que no tienes que hacerlo, no me importa perder todo, solo quiero tú felicidad.

—No, madre, lo haré.

—¿Estás seguro?—deshizo el abrazo y lo miró con compasión.

—Lo estoy—fingió una sonrisa—Voy a darme una ducha, no me interesa ponerme guapo para ella, me pondré el traje y estaré listo.

—Bien—asintió—La ceremonia es a las once de la mañana.

—Lo sé, madre.

Hanbin cerró la puerta y soltó un gran suspiro de frustración, estaba demasiado mal, porque ya no tenía de otra, se casaría con una chica que no amaba... pero lo que no sabía era que Zhanghao sería quién lo salvaría.

✹✹✹

Minnie estaba tan feliz, no había podido dejar de sonreír desde que se levantó, su madre se había encargado de contratarle un servicio de belleza, la habían peinado y maquillado tan bien, que en verdad se veía hermosa, tenía un vestido tan lindo y espectacular, era demasiado a decir verdad para una simple boda por el civil, pero a ella no le importaba.

—Estás tan hermosa, bebé—le halagó su madre.

—¡Lo sé, me veo increible!—respondió con vanidad y una radiante sonrisa—¡Me voy a casar con Hanbin!

—No sé que le viste a ese chico, pero si eso te hace feliz, lo estoy también.

Minnie miró el reloj de la pared, eran las 10;45 am, soltó un grito de emoción y corrió hasta el auto mientras se alzaba el vestido para no ser manchado, sus padres subieron junto a ella y el chofer manejó hasta la playa más hermosa de Busan, pues habían pagado para que el juez fuese ahí. Llegaron y todo estaba tal como Minnie había pedido, la decoración era tan bonita, habían bastantes sillas, pues había insistido en invitar a quién quisiese ir de la universidad para que viesen como se casaba con él chico más guapo de aquella. Todo aquello le hacía tanta ilusión, por un momento se le olvido que Hanbin no la amaba y que no le estaba prácticamente obligando a casarse con ella.

El juez ya se encontraba ahí, estaban algunos de los chicos y chicas de la universidad, Miyeon, Sooyeon, Jiwoong, Ricky, su familia, e incluso hasta su profesor favorito. Minnie no tenía limites, pero lo que ella no sabía era que estaba a punto de ser humillada. Eran las once con ocho minutos y Hanbin aún no se aparecía, cosa que comenzó a ponerla nerviosa y todos los invitados comenzaron a cuchichear cosas acerca de que la dejaría plantada, pero aquello no sucedió.

Hanbin se apareció junto a su madre, se veía muy guapo y ni siquiera intento serlo, Minnie sintió su corazón latir con fuerza y una gran sonrisa se dibujo en su rostro. A diferencia de Min, que mantenía el rostro serio.

—¡Mi amor, llegaste!—gritó con su voz chillona y se acomodó frente al juez, Hanbin llegó a su lado y no le miró ni siquiera por unos pocos segundos.

—Buenos días, estamos aquí reunidos para unir en matrimonio a Minnie Yontaratak y a Sung Hanbin—comenzó a hablar el juez.

✹✹✹

—¡Agh, maldito tráfico!—gritó Kuanjui con enojo—Debimos salir más temprano.

—Está bien, llegaremos a tiempo... eso creo—contestó Zhanghao tratando de no desesperarse, había tráfico, pero no demasiado, así que no perdía la calma.

—¿Cómo te sientes?

—Emocionado—sonrió.

—¡Al fin vamos a hacer algo de película!—ambos soltaron una risita y chocaron sus palmas.

Kuanjui estaba feliz por Zhanghao, a pesar de tener sentimientos amorosos por él, quería verlo bien, pues se notaba que quería mucho a Hanbin y por ese mismo amor que sentía por él, era por lo que le estaba ayudando a interrumpir aquella boda. Después de qué los autos avanzaran, Kuanjui manejó lo más rápido que pudo, aquello era una sensación increíble, tenían música en el estéreo y las ventanillas abiertas hacían que todo el aire pegará a sus rostros, pronto comenzaron a aparecerse las palmeras indicando que estaban llegando a aquella playa.

—¡Ve más rápido!—exclamó Zhanghao, pues comenzaba a sentirse desesperado, ¿y si Hanbin ya había dicho el «acepto»?

Comenzaron a ver varios autos estacionados y la moto de Hanbin, entonces lo supieron, habían llegado. Ambos dejaron el auto en la mera entrada y bajaron a toda prisa para ir corriendo hasta donde se encontraban Minnie y Hanbin.

—Si hay alguien presente que se oponga a esté matrimonio, que hable ahora o callé para siempre—dijo el juez y Minnie rápidamente negó con la cabeza.

—No, no hay nadie, ya pasé a lo siguiente.

Hanbin cerró los ojos con fuerza y se resignó... nadie se iba a oponer, lo sabía.

—¡Yo me opongo!—gritó Zhanghao con todas sus fuerzas, entonces Miyeon sonrió al igual que Ricky y Kuanjui. 

✹✹✹

!gracias por leer¡