VII

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—Estoy agotada. Voy a tomar un baño y luego iré directo a la cama—informó Lisa en cuanto pusieron un pie dentro del departamento que compartían. 

Jisoo y Jennie la seguían de cerca, ambas arrastrando los pies después de un agotador día en el hospital. Ninguna había estado preparada para comenzar de inmediato con sus prácticas, mucho menos considerando lo ocupadas que estuvieron las últimas cinco horas. 

—Estoy tan cansada que ni siquiera puedo pensar en cocinar algo—comentó Jennie dejándose caer en el sofá. 

—¿Qué tal si pedimos algo a domicilio? Estoy hambrienta—propuso Jisoo desplomándose en el sofá más cercano. 

—Si. Eso. Me gusta—aceptó Jennie. 

—Suena bien—dijo Lisa sin detenerse camino a su habitación. Buscó su toalla y luego se dirigió al baño, pasando por la sala de estar donde sus dos amigas estaban prácticamente dormidas. 

Mientras se desvestía y esperaba que el agua se calentara no pudo evitar pensar en cierta doctora y todo lo que había aprendido en apenas unas horas gracias a ella. No podía dejar de pensar que Roseanne era extraña, muy extraña. Pero había algo en ella que la atraía de una manera que no podía explicar. Y no se debía solo a que había tenido el privilegio de verla trabajar atendiendo emergencias casi toda la tarde, sino que era muy paciente a la hora de explicar y enseñar, algo que definitivamente no esperaba en absoluto. Lisa se había convencido que Roseanne no era arrogante, sólo era muy segura de sí misma y de todo lo que sucedía a su alrededor. Y eso le resultaba increíblemente atractivo. 

Lisa se regañó a sí misma al pensar de esa manera. No podía pensar así de quien estaría supervisando su trabajo durante las prácticas. No conocía a Roseanne para nada y de lo único que estaba segura es que era una excelente doctora. Y tenía que aprovechar eso, tenía que aprovechar de aprender de ella tanto como pudiera. 

Después de bañarse volvió a su habitación donde se puso su pijama y secó su cabello. Luego volvió a la sala de estar donde encontró sólo a Jennie. 

—¿Ya ordenaron?—preguntó sentándose en uno de los sofás disponibles. 

—Acabo de hacerlo ¿Comida china está bien?—preguntó. 

—Claro ¿Jisoo está tomando un baño?—preguntó Lisa y Jennie asintió.

—Dijo algo sobre necesitar sacarse el olor a éxito del cuerpo—dijo Jennie y Lisa se largó a reír. Había sido un buen día para todas, excepto para Yuqi a quien un niño de ocho años le vomitó encima. 

—Fue un día bastante intenso ¿no?—comentó Lisa—No puedo creer que Roseanne nos haya hecho iniciar hoy mismo con nuestro entrenamiento— 

—Tampoco yo. De haberlo sabido no habría usado tacones—dijo Jennie con un suspiro—Por suerte Rachel tenía unas zapatillas adicionales. Le debo la vida— 

—Rachel y Eun-sang son muy agradables ¿no?—

—Lo son. Y trabajan muy bien con la doctora Park, estuvieron muy sincronizadas con ella en todo momento. Es difícil de creer que ella lleva sólo unos días trabajando en el hospital—comentó Jennie pensativa. 

—Estoy de acuerdo—suspiró Lisa dejando descansar su cabeza en el sofá. Cerró los ojos un rato, repitiendo en su cabeza todo lo que había visto esa tarde. 

—Por cierto... ¿Adónde fueron tú y la doctora Park cuando nos entregaron los uniformes?—preguntó Jennie con curiosidad. Eso hizo que Lisa abriera los ojos. 

—Me llevó a un cubículo y comenzó a examinarme—dijo arrugando el entrecejo. Aquello había sido tan extraño y seguía sin comprenderlo. 

—¿Te examinó?—preguntó Jennie igual de confundida—¿Por qué haría eso?—

Until death do us apart (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora