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Roseanne se detuvo en el acto y no podía quitarle la vista de encima a Lisa. Lisa quien tampoco le quitaba la vista de encima lo cual era imposible porque Roseanne no se encontraba en su forma humana. No había manera que Lisa la pudiera ver ¿Entonces por qué estaba congelada en el lugar sin mirar a nadie más que a ella?

Un miedo recorrió todo su cuerpo al contemplar la idea que Lisa realmente era capaz de verla en su forma no humana. Por algún motivo ella podía hacerlo. Y si podía hacerlo entonces significaba que sabría lo que era en realidad... 

—¿Lisa? ¿Por qué pareciera que viste un fantasma?—Rachel llegó al lado de la joven arrugando el entrecejo al ver el rostro atónito de esta—¿Lisa?— 

Rachel la sacudió levemente del hombro y eso fue suficiente para que Lisa desviara sólo un segundo la mirada para observar a Rachel. Lisa no estaba segura en qué momento había llegado porque su cerebro había hecho corto circuito. Lisa volvió a mirar el pasillo en el que había visto a Roseanne y Caroline, pero ambas habían desaparecido. 

—No... no, no, no...—murmuró Lisa trotando por el pasillo. No podía haberlas perdido, tenían que estar en algún lugar. Lisa ignoró cuando Rachel la llamó y continuó caminando por los pasillos mirando hacia todos lados. No podían haber desaparecido. No podían. 

Excepto que tal vez sí podían... 

Lisa desistió de su búsqueda y dejó que sus pies la arrastraran de regreso a la habitación de Caroline. Tal como temía, cuando llegó el doctor ya había declarado muerta a la pequeña y sus padres lloraban desconsolados a su lado. Lisa no pudo evitar que unas lágrimas cayeran por sus mejillas al ver el cuerpo sin vida de la menor. Ni siquiera tuvo fuerzas para entrar a la habitación e intentar consolar a sus padres. No podía hacerlo cuando su cabeza era un completo lío. 

Lisa intentó ser lógica y pensar en alguna explicación para lo que había observado, pero no encontró ninguna. Nada podía explicar el hecho de que Roseanne caminaba al lado del alma de la pequeña que conoció en el hospital. Aquella pequeña que le abrió los ojos a un mundo que ella desconocía por completo. 

Y por más que intentaba no pensar en ello, su cerebro le gritaba que la persona de quien la niña habló antes era Roseanne ¿Pero siquiera era correcto llamarla persona? Una persona no podía tomar almas. Entonces... ¿Qué era Roseanne en realidad? 

Lisa no se dio cuenta en qué momento llegó a su departamento. Sus pies debieron llevarla por inercia porque no recordaba haber decidido ir a casa. Se sentía entumecida y confundida. Y si era honesta consigo misma, también estaba asustada... 

Jisoo y Jennie salieron por unos tragos con algunos compañeros del campus por lo que Lisa estaba sola en el departamento y eso la puso inquieta. Decidió tomar un baño caliente con la esperanza que la ayudara a poner sus ideas en orden. Entró a su habitación para buscar una toalla y un pijama, pero en cuanto puso un pie en la habitación no pudo evitar gritar al ver a Roseanne sentada en su cama en completa oscuridad. 

—Entonces sí puedes verme...—murmuró Roseanne casi para sí misma. 

—¿Q-Qué haces a-aquí?—De todas las preguntas que Lisa pensó que le haría cuando volviera a verla, ésa no estaba en la lista. Encendió la luz porque de alguna manera se sentía mejor con la luz encendida. 

—Necesitaba verte—explicó Roseanne sin inmutarse por la luz. Intentó no demostrar lo mucho que le afectó ver miedo en el rostro de Lisa. Miedo de ella. 

—¿P-por qué?— 

—Puedo imaginar que tienes muchas dudas y soy la única que podrá darte las respuestas que estás buscando—explicó. 

Until death do us apart (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora