XIV

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Roseanne no podía dejar de observarla. Quería hacerlo pero no podía y así habían sido los últimos tres días. Sus ojos parecían ser atraídos al imán que era Lalisa Manobal. Podía estar en el cubículo opuesto ayudando a otras enfermeras pero sus ojos siempre la encontraban. Y al parecer Lisa había decidido olvidar la conversación en la cual Roseanne le dijo que no podían ser amigas porque se había convertido en un hábito quedarse después de su práctica para que comieran juntas en la cafetería. Por lo general era Lisa quien hablaba y Roseanne escuchaba. De vez en cuando hacía alguna pregunta que Lisa no tenía problema en responder. Sus conversaciones durante la cena eran principalmente sobre su día en la universidad o de su infancia en Grand Island. 

—Lo estás haciendo de nuevo—la voz de su hermano debió asustarla pero no lo hizo. Suspiró con resignación y se giró para verlo a su lado. 

—¿Qué estás haciendo aquí, Jimin? ¿No deberías estar arriba?—

—No hay nada que hacer. Además es más interesante venir a decirte que de nuevo lo estás haciendo—repuso él con una sonrisa divertida. 

—¿Qué es lo que estoy haciendo de nuevo?— 

—Observarla como si fueras un león y ella tu presa—dijo Jimin apuntando a Lisa, que se encontraba a la distancia, con uno de sus dedos. 

—Primero, no es buena educación apuntar con el dedo. Y segundo, deberías dejar de ver tanto Animal Planet—dijo Roseanne poniendo los ojos en blanco y tomando el historial clínico de uno de sus pacientes. 

—¿Entonces no lo estabas haciendo?—cuestionó Jimin sin intención de rendirse—¿No la estuviste observando los últimos minutos como un halcón?— 

—Necesitas dejar de compararme con animales—dijo Roseanne. 

—Como sea. No lo has negado—dijo Jimin de manera engreída. El que Roseanne no lo haya negado era una pequeña victoria. 

—¿Y cuál es el problema si la estuve observando?—preguntó Roseanne intentando concentrarse en el historial clínico que tenía en sus manos sin éxito—Es una de las practicantes. Debo asegurarme que esté haciendo las cosas bien— 

—Oh, por supuesto ¿Pero no notaste que una de las practicantes le dio ácido ascórbico al diabético del cubículo cinco?— 

—¡¿Qué?!—Roseanne abrió los ojos con sorpresa e iba a correr hacia dicho cubículo pero Jimin la detuvo. 

—O tal vez no lo hizo— 

—¿De qué estás hablando?—preguntó Roseanne perdiendo la paciencia—¿Lo hicieron o no?—

—No tengo idea. Pero lo sabrías si de verdad hubieses estado al pendiente de todas las practicantes y no sólo de Lisa—respondió Jimin con una sonrisa. 

—¿Cuál es tu punto?—

—Creo que te gusta esa chica. Lo cual es completamente entendible, ella es... atractiva—dijo Jimin mirando a la joven practicante. A Roseanne no le gustó la manera en que su hermano miraba a la chica y antes de darse cuenta, lo golpeó en la nuca—¡Eh! ¿Por qué hiciste eso?— 

—Tienes que comportarte—fue todo lo que dijo antes de volver a leer el historial en sus manos. 

—Sólo empeoras con el tiempo ¿sabes?—se quejó Jimin acariciando su nuca—Pero como estaba diciendo, creo que te gusta esa chica. Y sabemos que ella está interesada en ti ¿Entonces por qué no has hecho tu movimiento?— 

—¿De qué estás hablando, Jimin?—suspiró Roseanne rindiéndose y dejando el historial clínico de donde lo sacó—Para comenzar no sé si le gusto. Todo lo que ha ofrecido hasta ahora es su amistad, nunca ha mencionado nada sobre una relación. Y aunque lo hubiera mencionado, sabes que es complicado ¿Cómo se supone que lo haría funcionar?—

Until death do us apart (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora