𝗧𝗢𝗚𝗘𝗧𝗛𝗘𝗥 ━━━━━━𝗔𝗿𝘁𝗵𝘂𝗿 𝗟𝗲𝘆𝘄𝗶𝗻

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Cuatro, cuatro días habían pasado y Raely no daba señales de despertar.

Arthur apenas y comía, no tenía apetito, estaba por irse a dormir cuando Silvie comenzó a molestarlo.

—Para Silvie, por favor. —su voz era un hilo.

Silvie quería salir, como si lo estuviera llevando a otro lugar, Arthur se dió por vencido y la siguió, terminaron en el cuarto de Raely. Silvie quería que Arthur entrara.

—Esta bien, esta bien... —Arthur entró despacio, no queriendo ver los ojos cerrados de Raely bajó la cabeza.

—Arthur. —la voz que lo llamó sonó baja, pero logró acelerar su corazón.

—Raely... Raely despertaste. —se apresuró a alcanzarla y la abrazó con cuidado.

—Perdóname por asustarte. —pidió Raely.

—No vuelvas hacerlo, no sabes por lo que pase. —rogó con voz quebrada.

—Tranquilo, ya estoy aquí. No te dejaré de nuevo. —Raely abrazó con más fuerza a Arthur.

Después de unos minutos donde él asimiló que Raely había despertado, habló.

—Todo el mundo se volvió loco. —notificó.

—¿De qué hablas? ¿Cuánto tiempo dormí?

—Cuatro días, cuatro días fueron suficientes para volver a todos locos. —Raely lo miró con confusión —Después del incidente, se filtró la noticia que la familia imperial te había atacado, comenzaron haber manifestaciones y protestas, querían saber la verdad... y por cierto tienes que mandar a limpiar la mansión Kersury. —avisó.

—¿La mansión? ¿Por qué? —se asustó.

—Comenzaron a dejar rosas blancas, cartas y velas en el portón.

—Vaya...

Raely estaba impresionada. ¿Todo eso por que había sido atacada?

—La familia imperial manda a un mensajero cada día para ver si ya has despertado. —suspiró.

—Arthur... —Raely estiró su mano y la apoyó en su mejilla —Lamento haberte hecho esto. —él negó suavemente y besó su mano vendada.

—Confio en todas tus decisiones, esta es la única que me ha costado aceptar. —rió.

—Lo siento.

—¿Enserio?

—No... —ambos rieron —Observa mis núcleos.

Arthur la miró confundido pero lo hizo, y no pudo dar crédito a lo que vio.

—Amarillo estable... y se esta volviendo transparente... como una burbuja. —balbuceó de la sorpresa.

—Con el acuerdo roto, las cadenas de limitaciones se rompieron. Soy capaz de manejar casi todo, por lo menos hasta que llegue al blanco de mi núcleo.