Cuando la conoció nunca pensó que ella sería una extensión de su corazón.
El Rey Grey jamás le tuvo miedo a nada, ni a la muerte que día con día se enfrentaba pero, cuando Beka dijo:
—Tu reina no es una chica que se esconde en las casas y sueña sin viajar.
Fue su debilidad.
Jamás se arrepintió de permitirle acompañarlo a las batallas, logró conocer una nueva faceta de su Reina, una faceta que siendo sinceros, le excitaba.
Se lo dejó en claro cuando por la noches donde por fin descansarian, la tomaba hasta que los dos tenían suficiente del otro.
Se perdían en la piel del contrario.
Al amanecer, ninguno de los dos quería salir de la cama, preferían permanecer en los brazos del otro.
Pero no todo fue siempre color de rosas.
Hubo un tiempo en el que los dos ni siquiera podían estar en una habitación, no por que se odiaran o algo por el estilo; si no por que la incomodidad se palpaba en el ambiente, no se conocían hasta que el Consejo tomó a esa mujer y la convirtió en su esposa.
Grey las primeras noches se la pasaba en vela, esperando el momento cuando Beka se diera la vuelta en la comodidad de la recámara y lo apuñalara.
Sin embargo, contrario a sus expectativas, nunca ocurrió.
Lo que si pasó, fue que envenenaron a Beka. Fue un año después de haber contraído matrimonio. Ellos ya compartían conversaciones a la hora de la comida, Beka tenía la confianza para beber vino enfrente a él.
Cuando su copa tocó el mantel de la lujosa mesa, toció sangre.
Grey se quedó paralizado, no sabía que había sucedido, vió a Beka sobre la alfombra roja del suelo, respirando con dificultad.
—¡Beka!
Su grito fue desgarrador y fuerte, alertando a los sirvientes de los alrededores.
La Reina fue llevada a sus aposentos y él médico hizo lo posible para poder tratarla con el antídoto, cosa que casi no fue posible, habían mezclado el veneno muchas veces.
Su tez se ponía cada vez más pálida y seguía tosiendo sangre. Él Rey tomó una decisión que cambió sus vidas por completo.
Compartió su Qi.
Le había dado parte de su energía vital. Fue riesgoso por supuesto, pero si no lo intentaba ella moriría, el Qi dentro de ella se mezcló con el de él.
Vivió.
Vivió pero no pudo utilizar más su energía, su Qi ya no era puro, se habia convertido en la nada.
Jamás se lo reprochó a Grey quien se sentía culpable por haber tomado la decisión sin su consentimiento. La evitaba cuando ella pedía una audiencia, la seguridad de ella habia aumentado, Grey tenía miedo que algo le ocurriese, pues al no tener Qi, era vulnerable a muchos ataques.
Hasta que un día Beka se hartó.
Interrumpió en mitad de la noche en la habitación de Grey, ¿mencioné que comenzaron a dormir separados?, él no podía evitar sentir la culpa por haberle arrebatado su Qi.
—No quiero que mi marido me honre como una reina, si no como su mujer.
Fueron las palabras que salieron de la boca de Beka antes de arremeter contra él, terminando sentada sobre él y robándole el primero de muchos besos.
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𝗧𝗢𝗚𝗘𝗧𝗛𝗘𝗥 ━━━━━━𝗔𝗿𝘁𝗵𝘂𝗿 𝗟𝗲𝘆𝘄𝗶𝗻
Hayran Kurgu┏━━━━━━━━ ∘◦❁◦∘ ━━━━━━━━┓ 𝐔𝐧 𝐑𝐞𝐲 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐬𝐞 𝐢𝐧𝐜𝐥𝐢𝐧𝐚 𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐮 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐚. 𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐲 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐬𝐢𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐚. 𝐆𝐫𝐞𝐲 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐬𝐢𝐧 𝐁𝐞𝐤𝐚. ...