Capítulo 2: Señor Destino

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—así que... ¿esta cosa es tuya? —Miró el león en su mano y la niña asintió con demasiado entusiasmo. Hope sonrió. —Lo supuse, es igual a ti.

La niña se acercó a la mujer de pantalones negros rasgados y camiseta rojo vino de manga larga, y esperó a que ésta le entregara su peluche.

—está igual de mechudo que tú. —Hizo una mueca. Colocó el león a un lado del rostro de la pequeña y volteó hacia Josie con una sonrisa divertida. —Míralos, son idénticos.

La niña empezó a reír con ganas contagiando a las dos mujeres.

—Tu novia es muy graciosa. —Se rio la pequeña dándole a Josie una mirada orgullosa.

Los nerviosos orbes castaños volaron hacia los azules de la mayor que la miraban divertidos.

—obvio, Jo tiene buen gusto —Hope le respondió con tono engreído. Josie, por su parte, se agachó para hablar con la pequeña y que ella pudiera entender.

—No, mi vida. Ella no es mi novia, es la conductora del taxi que me trajo hasta aquí —le explicó con una sonrisa. La niña miró a la otra mujer de ojos azules y después a Josie.

—Perdón, me equivoqué. —Miró al suelo avergonzada. —Es que la tía Ally dijo que necesitabas una novia porque tenias que-

—Okey, okey. No sigas —la interrumpió Josie sabiendo por donde iba la conversación de la pequeña. —Hablaré con Ally sobre esto —dijo e hizo una nota mental, para luego mirar a la castaña que tenía una mirada y sonrisa divertida en su rostro.

—Ya quiero conocer a la tía Ally. —Rio negando.

Josie rodó los ojos y se irguió.

—Me olvidé del peluche en tu taxi, lo lamento. Y... gracias por traerlo, ella habría estado muy triste de no tenerlo —agradeció educadamente e intentó tomar el león de sus manos, pero la ojiazul no la dejó hacerlo.

—No volví solo por el peluche, también quiero algo a cambio. —La miró con media sonrisa y una mirada engreída. —Dame tu número y estamos a mano.

Josie negó riendo sin humor.

—Uy si, que buen ser humano empático y desinteresado eres... eh...

—Hope.

—Hope, supongo que no te enseñaron a hacer una cosa buena sin esperar nada a cambio.

—¿Por qué crees que tengo lo que tengo? —Le dio una mirada divertida.

—Tu auto es hermoso y caro, pero lo tienes en la ruta como taxi —atacó la castaña.

—Claro, sigues pensando que es un taxi. —Empezó a reír. Josie la miró confusa.

—¿no es...

—Nop.

Josie se sintió avergonzada y estúpida por haber estado equivocada todo ese tiempo.

—oh.

—Si, oh —Hope la imitó, logrando que Amelia, quien se había quedado al lado de ellas en silencio, se riera.

—Bueno, de todas maneras... gracias. No tenías que traerme entonces, pero aún así lo hiciste.

—si, y ¿adivina qué? —Levantó el cejas esperando que la otra entendiera.

Josie suspiró.

—Querías algo a cambio.

—Quiero —corrigió.

Josie miró a la pequeña Amelia en busca de ayuda, pero ella solo se encogió de hombros; ella solo quería su león.

—bien, te daré mi número.

El Océano De Tus Ojos ~HOSIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora