Abrió la puerta despacio, no queriendo que el personal notara su presencia; y la cerró del mismo modo.
Aquella casa, más bien mansión, de dos pisos, había sido su hogar por tantos años; años que deseaba poder recordar con nitidez.
Subió las escaleras de dos en dos, igual que cuando era adolescente, y fue directo a la habitación de sus padres. Aquellas puertas dobles eran bastante antiguas y hacían ruido al abrirlas.
—espero que Luisa no se dé cuen-
—Señorita Hope, es un placer tenerla de vuelta. —La castaña saltó por el susto, viendo a la mujer de cabello gris con mala cara.
—¡me espantaste, Luisa!
—lo siento, señorita Hope —la mujer se disculpó haciendo una ligera reverencia con su cabeza y volviendo a ver a la castaña a los ojos—. No la escuché entrar y, cuando la vi aquí, no pude resistirme a saludarla y preguntar si necesitaba de mis servicios.
Soltó un suspiro ya repuesta del susto y sonrió comprensiva a la mujer mayor.
—no es necesario. Solo venía a... buscar algo.
—puedo ayudarla, solo dígame qué es exactamente lo que busca —se ofreció la mujer con una sonrisa.
La ojiazul negó rápidamente.
—prefiero hacerlo yo misma, no tienes por qué preocuparte.
—como usted diga, entonces. —La mujer dejó de insistir y sonrió—. Estaré en la cocina por si me necesita.
Hope asintió y esperó a que la mujer desapareciera por las escaleras.
Bien, tenía al menos una hora antes de que su madre llegara a almorzar, al igual que ella debía ir con Josie. Ya se le había hecho costumbre.
Al entrar finalmente a la habitación, respiró más tranquila. Miró a su alrededor con nostalgia; aquel lugar parecía más pequeño de lo que recordaba.
Fue directamente hacia los cajones de la cómoda de su madre; las respuestas a sus dudas seguro estarían allí. Lo revolvió todo hasta que llegó al fondo; encontrando lo que buscaba.
Un precioso, y bien decorado, álbum de fotos.
Se sentó en la orilla de la enorme cama, justo frente a la puerta para vigilarla.
Mientras hojeaba, cada momento inmortalizado en aquellas fotografías volvieron a su memoria como flashes intermitentes. Sonrió cada vez que miraba su propia sonrisa en las imágenes; sin embargo, al llegar al final del álbum, su sonrisa se desvaneció lentamente.
Habían dos fotografías; la versión original de la que su madre tenía enmarcada en su oficina, y la imagen de las dos niñas soplando las velas de un colorido pastel de princesas; ambas fueron tomadas el mismo día, cabe mencionar.
Con una sonrisa amarga recordó por qué estaba tan feliz ese día. Apesar de ser su cumpleaños, no era lo único por lo que estaba tan emocionada. Su hermana había vuelto a casa después de meses en el extrangero; su melliza, su otra mitad.
Ahora, por otro lado, sentía que había algo que no sabía; algo que la estaba matando lentamente.
Cerró el álbum y pasó la yema de sus dedos sobre la portada; sobre el relieve de las letras dibujadas.
Frunció el ceño.
La fecha escrita en el álbum, databa desde el cumpleaños número seis de ambas niñas.
Recordó de inmediato no haber visto imágenes de cumpleaños, o de momentos importantes, anteriores a ese año en particular. ¿Por qué? Se preguntó.
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El Océano De Tus Ojos ~HOSIE
Fanfiction¿Qué pasaría si te subieras al auto equivocado pero con la persona indicada? Desde el día que Josie confundió un coche particular con un taxi, su vida empezó a dar un giro, uno que provocaría cientos de sensaciones y, quizás, respuestas a sus deseo...