El Océano De Tus Ojos ~HOSIE

Capítulo 15: Por Josie

Hope

—bien. Solo hay que terminar con esto de una vez por todas.

El rubio me miró con una sonrisa de suficiencia. Su avaricia me causaba asco. No entendía el por qué aquel hombre estuvo a cargo del orfanato por tanto tiempo. No me sorprendería llegar a saber que hizo un mal trabajo.

—¿puedo firmar ya, Lucas?

El pelirrojo me miró por un instante sobre sus gafas, volviendo su atención al papel que haría todo oficial.

Lo escuché chasquear la lengua y sacó un nuevo documento de su portafolios.

—me temo que hay un problema, Hope.

Fruncí las cejas, fijando la mirada en él.

—¿a qué te refieres? ¿Qué problema?

Se acercó a mi y me tendió ambos papeles.

—hay una diferencia en los nombres del dueño del establecimiento.

Noté por el rabillo del ojo como el rubio se tensaba visiblemente. Pude jurar que lo vi temblar.

Leí el papel y jadeé. ¿era posible?

Miré al rubio y éste dio un paso atrás.

—¿Qué significa esto? Creí que tú eras el dueño legítimo.

—l-lo soy —tartamudeó.

—eso no es lo que dice aquí. —Miré el papel de nuevo y leí en voz alta lo que decía: —¨Se le concede a Zari Forbes, manejar/dirigir la propiedad hasta que la persona, a la que le pertenece por derecho, sea lo suficientemente mayor como para tomar el mando.¨

Zari me arrebató el documento de las manos y lo leyó él mismo.

—allí no especifica que puedas vender el lugar. ¿por qué mientes?

Dejó caer el papel sobre el escritorio con desdén, mientras me miraba con furia.

—dime, Zari, ¿Quién es la persona a la que quisiste estafar? Además de mi, claro está. —Me crucé de brazos.

—no importa. Es mejor que me retire —dijo intentando huir. Sin embargo, Lucas y el otro abogado que lo acompañaba le cortaron el paso.

—no irás a ningún lado hasta que digas toda la verdad.

—bueno —dijo Lucas a mi lado tomando la otra parte del documento de su portafolios—, en realidad lo único que tienes que preguntar es por qué, dado que aquí especifica el nombre del dueño por derecho.

Me tendió la parte faltante y la leí.

—¿Quién es Josette Salvatore?

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Miré ambos lados del establecimiento. Era hermoso. Necesitaba mucha mano, pero estaba en buenas condiciones.

Eché un vistazo a las puertas dobles gigantes antes de entrar. Fui directamente hacia la oficina improvisada de la rubia a cargo y ella me recibió alegremente.

—¡Hope! Que bueno es tenerte por aquí. —Me miró preocupada—. Debo decirte jefa ahora, ¿verdad?

Negué con una sonrisa.

—por supuesto que no, Ally. Somos amigas. Además —mi sonrisa se borró—, no se logró concretar la compra.

Ally se levantó de su silla como resorte.

—¿Qué pasó?

—¿sabias que Zari no era el dueño de este lugar?

Ally se dejó caer sobre su asiento de nuevo soltando un jadeo de sorpresa.