Hope
Unas cuantas horas después de que Josie entró en la habitación donde descansaba Amelia, Lizzie llegó con cientos de peluches en sus manos. La miré con el ceño fruncido.
—¿acaso robaste una juguetería?
Lizzie puso mala cara, entregándome la sarta de muñecos con desdén.
—solo ayúdame y no me molestes.
Me reí por lo nerviosa que estaba. No era para menos, era la primera vez que vería a Amelia y no quería arruinarlo. Había escuchado de mi boca que la pequeña de ojos azules era muy importante para Josie y quería dar una buena impresión para su recién reconocida hermana.
—eres un manojo de nervios, Liz. Eres demasiado patética —me burlé.
—no deberías divertirte con esto, tú también te pones de esta manera cuando ves a Josie —devolvió, mostrándome la lengua.
Eso no era cierto.
Bueno... en realidad, no me ponía nerviosa cuando la veía. Cuando no, también.
La puerta se abrió y los ojos marrones fueron directamente a los míos sin expresión alguna. Me relamí los labios y señalé los peluches.
—ella pensó que seria una buena idea. —Rodé los ojos.
Josie sonrió por primera vez en el día.
—ella estará muy feliz —dijo, viendo cada peluche y adorando como se veían.
—¿ya despertó?
Ella asintió y mi estómago se hundió.
—¿por qué no me lo dijiste?
Ella suspiró, evitando mi mirada. Lizzie se aclaró la garganta, llamando nuestra atención.
—si —Josie sacudió su cabeza—, ella está muy emocionada por conocerte —sonrió—. Incluso ya te llama su tía.
Ambas rieron y yo me quedé en silencio, sintiéndome la tercera rueda.
—entonces... pasemos. Ya quiero conocer al pequeño Koala.
—yo me quedaré aquí —dije, cuando ambas iban a entrar. Las dos se me quedaron viendo con una ceja enarcada—. Alguien tiene que cuidar estos peluches. —Señalé los muñecos y, posteriormente, el banco de espera.
Lizzie me miró con sospecha, pero no mencionó nada. Josie, por su parte, atinó a asentir e ignorar lo demás, entrando a la habitación y cerrando la puerta justo después de que la rubia entrara.
Miré cada uno de los peluches en mis brazos y supe que a Amelia no le gustaría ninguno de ellos. Todos eran demasiado, ¿Cómo decirlo?, elegantes. Parecían más del tipo que mantienes en una repisa. Ella era más de regalos pequeños y significativos. No pomposos y extravagantes.
Lizzie nunca tuvo ese sentimiento maternal, así que era pésima para este tipo de cosas.
—señorita Mikaelson. —Un hombre en bata blanca se paró frente a mi y me saludó con una sonrisa; la cual devolví—. Hemos enviado el paquete que nos indicó. Ya incluso han sido recibidos por la persona encargada del orfanato.
Asentí.
—muchas gracias. —Suspiré pensando en algo más—. ¿Crees que sean suficientes?
Lo vi acomodarse la bata.
—para unas semanas, si. Pero debe ser constante su aplicación, para evitar este tipo de inconvenientes —explicó, viendo a la puerta donde descansaba Amelia—. Lo mejor es que tenga disponible todo el tiempo, pero...
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El Océano De Tus Ojos ~HOSIE
Fanfiction¿Qué pasaría si te subieras al auto equivocado pero con la persona indicada? Desde el día que Josie confundió un coche particular con un taxi, su vida empezó a dar un giro, uno que provocaría cientos de sensaciones y, quizás, respuestas a sus deseo...