Capítulo 5: No me hagas enamorarme de ti

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Josie encendió la radio y una suave voz inundó el vacío en el auto.

Hope había estado atenta a cada movimiento de la castaña en todo el trayecto hasta su casa y sonreía cada vez que la miraba curiosear cada rincón del coche; parecía una niña.

La castaña le había dado su dirección antes de salir del estacionamiento y ella lo había puesto en su GPS. Ese aparato era su salvador en esos momentos, dado que la única dirección que conocía bastante bien era la suya propia. Hasta ir a casa de su madre se le dificultaba si no llevaba el GPS.

Ella no le había mentido a Josie cuando le dijo que estaba viviendo en una rutina interminable. Salía de su casa hacia su empresa, luego ir a almorzar con Lizzie, después regresar a su trabajo y finalmente volver a su casa. Por eso, el día que conoció a Josie, quedó maravillada con las nuevas calles y nuevos avistamientos fuera de lo convencional. Y era por eso que ahora no quería apartarse de la castaña; la misma que le estaba abriendo los ojos poco a poco.

—así que... ¿eres así como mi jefa o cómo?

Hope le echó un rápido vistazo con las cejas fruncidas.

—¿qué? Explícate por favor. —Ella rio.

—pues a que si eres la hermana de mi jefa—JEFA—, ¿entonces eso te convierte en mi co-jefa?

Hope estalló en carcajadas, sin embargo paró.

—¿cómo...? —Rodó los ojos—. Gary —dijo chasqueando la lengua. Golpeó el volante con suavidad y miró en dirección de Josie unos segundos. —Le dije a ese inútil que no mencionara mi apellido, que de todas maneras ibas a saber quien te mandaba el postre.

—no lo trates así —riñó la castaña. —Él parecía bastante nervioso, seguro por eso se le escapó.

—puede ser.

—¿por qué no querías que supiera tu apellido?

—porque ibas a ponerte histérica de nuevo. —Hope se encogió de hombros.

Josie se sonrojó. Se sentía mal por haber tratado de aquella manera a Hope en el restaurante y más ahora que sabía las intenciones de la otra.

—bien, hemos llegado —dijo Hope mirando por el parabrisas el edificio, de al menos veinte pisos, al frente.

Josie miró su edificio también y suspiró con una sonrisa de labios apretados.

—gracias de nuevo, Hope.

—gracias a ti, por no ponerte de terca y negarte a subir a mi coche. —Hope sonrió cuando vio a Josie intentar contener una risita.

—entonces... ya debo entrar. Y tú... ya deberías irte.

Josie jaló la palanca para abrir la puerta, pero se dio cuenta de que estaba bloqueada.

—¿no ibas a invitarme a entrar, Jo?

Josie se mordió el labio superior y miró a Hope con molestia.

—si que eres increíble.

—gracias. —Sonrió cínica sin mostrar sus dientes.

—pensé que tus intenciones eran diferentes.

—lo son, solo quiero conocerte mejor. La verdad, la conversación aquí adentro no es muy fluida, mas sin embargo, estando en un sofá con una taza de café caliente en las manos, podría aflojar nuestras lenguas. ¿Qué dices?

Josie no se aguantó la risa esta vez.

—eres bastante atrevida, Hope.

Hizo un sonido nasal.

El Océano De Tus Ojos ~HOSIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora