Capítulo 24: El océano de tus ojos

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El reencuentro de una persona con una parte de su familia desconocida, no llega a ser lo que esperas.

Sientes un cariño enorme por las personas que te rodean desde hace tiempo, porque has tenido el espacio para conocerlos y que ellos te conozcan a ti. A esas personas les llamas familia.

Ahora, por esa razón, Josie se sintió extraña en aquella casa. A pesar de que no exteriorizó sus emociones, Hope se dio cuenta de aquello.

—podemos irnos cuando quieras —susurró en su oído con aprensión. Los ojos marrones la miraron de reojo, apretando los labios. Hope apartó un mechón rebelde de su cuello y lo dejó suavemente sobre su oreja—. Ya te irás acostumbrando, pero después. Nunca te presionaría, mi amor.

Sus palabras susurradas, junto con el aliento caliente que emanaba de sus labios cuando las decía, le provocó escalofríos en su cuerpo. Esta vez se giró a la ojiazul para verla mejor.

—tengo que llevar a Amelia —dijo—, no es por otra cosa.

Hope rio suavemente rodando los ojos.

—si sabes que he perfeccionado mi habilidad para reconocer cuando mientes, ¿verdad?

Josie bufó.

—eso es lo que dices.

Hope resopló, levantándose del sillón y tendiéndole la mano a Josie para ayudarla a hacer lo mismo.

Al ver el movimiento, Elena se encaminó hacia las dos chicas.

—¿está todo bien? —Sonrió para Josie con una expresión maternal.

La castaña asintió un poco tímida.

—es que se me ha hecho tarde y... —miró a Hope en busca de ayuda, pero esta solo le sonrió— tengo que llevar a Amelia al orfanato.

—ah, bien, entonces no las retengo —convino amablemente la mayor.

Fue donde cada uno de los amigos de sus padres y se despidió de ellos, diciendo estar agradecida de que se reunieran para conocerlas. Cada uno de ellos la abrazó y le hicieron saber que estaban allí para ella, que siempre lo estarían.

Josie miró a la sala de estar donde Lizzie se encontraba con Damon Salvatore; el hombre que la había hecho emocionarse hasta las lágrimas cuando recordó a su hermano y relató como se sintió al perderlo junto con su esposa, quien había sido su mejor amiga, y a sus pequeñas sobrinas. Él no era alguien que supiera ocultar sus emociones, pues dejó ver como se sentía al ver las hijas de su hermano frente a él.

Estuvieron hablando un rato y después le dio espacio, y ella le agradeció eso en silencio.

Lizzie, por su parte, se integró perfectamente con los amigos de sus padres y con Damon.

Bueno... a decir verdad, ella si tenia mucho que contarles, no así Josie. Ella solo podía presumir de Amelia, el pedacito de gente que la acompañaba y por el cual daría su propia vida.

—Zari irá a la cárcel, probablemente.

Josie sacudió su cabeza volviendo a la realidad.

—no lo sé. —Miró a su alrededor y pensó en lo que pudo haber pasado si el rubio no hubiese tomado su custodia y ocultado de los Salvatore todos esos años—. De lo único que estoy segura es que pagará de alguna manera lo que hizo. Ya sabes, la avaricia no es algo bueno, ni deja cosas buenas.

Hope sonrió ante su perspectiva y la abrazó de costado.

—entiendo —convino Elena con una sonrisa triste—. Ah, por cierto, los fines de semana hacemos una cena especial en casa. Espero que puedan asistir. —La mayor miró a Hope en busca de ayuda y esta asintió.

El Océano De Tus Ojos ~HOSIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora