plaza oscura + excitación =

3K 129 6
                                    

Aurora Brown

Estar presente cuando sus facciones cambian de ternura a deseo desesperado, es como tomar agua en un día de verano muy sofocante, totalmente satisfactorio.

—Me gusta cuando me cuidas —susurro, y me acerco a besar su mejilla. Se que los hace por ambos, pero encuentro adorable que procure mi comodidad.

—Voy a hacerlo siempre entonces.

Sus manos en mi trasero están masajeando, se adentra por debajo de la tela de mi pantalón, empujándome para frotarse contra mi intimidad. Con ambos brazos me sujeto de su amplia espalda.

El roce que genera su barba mal cortada con mis labios me hace gemir, se siente extraño en mis labios, pero no quita que me gusta. — Sigue besándome, cielo —inspiro aire tratando de calmar mi cuerpo, su voz es como una señal para que mi sangre bombee más rápido.

Sacudo mis caderas contra Remus, beso su rostro, su vello me roza los labios y las mejillas, su respiración es lenta, se toma su tiempo, siento sus manos grandes desabotonar mi camisa.

Sentir la oscuridad envolvernos me da una sensación de seguridad, mi intimidad se siente mojada, húmeda por lo que produce este juego en mi cuerpo, y estar junto a Remus, principalmente.

Sus ojos se levantan a los míos, mirándome por unos segundos parece adorarme— ¡Oh, Aurora! Eres una jodida cosita caliente —clava sus uñas en mi trasero— Me vuelves un desquiciado completamente. Quiero tu atención todo el tiempo y en cualquier lugar...

Subí a sus labios y los junté con los míos, intensificando los apretones, abriendo mi boca para que él también lo hiciera, saborear su saliva por alguna razón me da más placer.

—Quítate esa mierda de ropa —gruñe Remus con la voz rasposa.

Su necesidad debía de ser inmensa para no querer más tiempo de juegos previos. Y me encanta que me necesite, solo a mí.

Me paro frente a él, quitándome mis pantalones y los dejo justo a su lado. Noto que sus ojos miran hacia abajo, en mis bragas hay una mancha húmeda que la trasparenta, al principio siento vergüenza por eso. Extiende su mano, y me ayuda a sentarme sobre sus muslos.

—A eso solo muévelo a un lado —demanda, aun con la mirada fija.

Quito del camino la tela gris de mis bragas y siento el aire recorrer mi intimidad mojada, solo hace que se produzca más humedad.

Con la respiración acelerada, sujeto su muñeca dispuesta a tomar iniciativa. Suelto un poco de saliva sobre sus dedos y bajo su mano hasta que sus dedos húmedos toquen mi vagina. Guío los movimientos, jadeo cuando hace presión contra mí, ni siquiera hundiéndolos, solo apretándose contra mi intimidad acalorada.

—¿Te gusta?

Asiento. Aguanto la respiración y me acerco, empujándome contra él, dejándonos cara a cara, mi aliento choca contra su rostro y lo observo tensarse, su mano libre me sujeta de la cintura como si fuera a irme.

—Ve más rápido —pido arrugando los dedos de los pies, me remuevo sobre Remus, pero su brazo sujetándome no me permite hacer mucho.

Sus dedos toman una velocidad regulada, empieza a besarme el rostro sensibilizándome. — Remus... estoy a punto...

—No, cariño —susurra, muerdo mi labio para poder escucharlo— No vas a hacerlo sin mí... —besa mi mejilla varias veces, luego se detiene— Tengo que estar dentro de ti para que puedas venirte.

Gimoteo, desprecio esperar, pero me gusta cuando está dentro de mí, por lo que me anticipo, intento encontrar a tientas su cinturón, y lo quito como puedo.

eat me; remus lupin (✔︎)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora