Siempre fuiste tú

Capítulo 34

Capítulo 34 – Pizza al 2X1

Si Cornelio está aquí, tal vez esté él aquí.

También puede estar su hermano.

De hecho, jamás lo he visto ha su hermano, peor también soy distraída.

Prosigo caminando, el sol me cala en los ojos, que hasta soy consiente que tengo el ceño fruncido. La otra salida del parque se me hace eterna, que optó por cruzar donde está todo el pasto y las pequeñas flores que están naciendo.

Vuelvo ver al horizonte y no veo rastro de Cornelio. Una calle más y llego a la pizzería, genuinamente espero no ver a nadie, no estoy en humor. Mientras más me acercaba al lugar, observaba que las casas eran más grandes y elegantes; sin embargo, no mas grandes que la casa de Arizona.

Bambino's Pizzeria

En letras grandes estaba el anuncio, es un lugar muy concurrido después de clases, pero después de las 8 casi no hay nadie.

Pero aún no son las ocho.

Fuck, estoy jodida.

Al entrar por la puerta veo a Michael, es un grado mayor que yo, no necesariamente somos amigos, pero tampoco somos dos extraños. Michael me ve y me saluda, haciendo que algunos clientes o más bien estudiantes se volteen a vernos.

— ¿Lo mismo de siempre? — dice gritando, cada vez que me acercaba más hacia donde el estaba, sentía más miradas, especialmente una que la sentía en la nuca.

— Creo que Australia no te escuchó, no digo China, porque ya lo hizo — hago una larga pausa, sentándome en la barra donde esperan los pedidos — Pero sí, lo mismo de siempre Lonely Boy.

Loney Boy, así fue como nos conocimos. Sus amigos siempre le hacían burla sobre su vida amorosa y es que a él le pasaba de todo, pero aún así siempre se enamoraba tan intenso. Hasta que decidió que tenía estar solo, porque el amor solo hacia odiar la idea de amar a alguien con el alma.

A pesar que estaba sentada en la barra, aun seguía sintiendo la mirada intensa de alguien atrás mío. Al irse Lonely Boy por mi pedido, volteé discretamente a ver quien era y esa mirada que me ha quitado el sueño toda la semana.

Hunter.

Lo descubro viéndome y aparta la vista. Trato de contener una risa nerviosa, pero siento mis mejillas calentarse. No me ha saludado, tampoco espero que lo haga, pero aun siento su mirada en mí.

Saco mi celular y no veo alguna notificación, me siento insegura de una forma extraña, ¿le daré pena?

Trato de ignorar los pensamientos invasivos, pero escuchar más fuerte la voz de Hunter, hace que sienta un nudo en el estomago y ansiosa.

Su voz es gruesa, es imposible no ignorarla, especialmente cuando se ríe.

Abro Facebook, tratando de distraerme, pero aún así me siento tan consiente de todo, veo una sombra y alzo la vista, veo a Lonely Boy, con unas dos cajas de pizza, no tengo que abrir la caja para saber que una es de pepperoni con doble mozzarella y la otra pizza de queso con salsa blanca.

— ¿Cuánto sería? — le pregunto a Michael, se acerca a mi oído, esperando que me cuente un chisme.

— Esta va por la casa, para mi chica salvaje. — Su cálido aliento hace que me de cosquillas, lo cual me rio inesperadamente.

— Desearía ser salvaje, pero ya sabes — le digo con la mirada y él se ríe — Adios, Lonely Boy.

Me mira con odio, que se le marca la mandíbula más de lo usual, pero observo que quiere sonreír. Le saco la lengua de broma, y me doy la vuelta, ignorando la risa de Michael.