Han pasado dos días. Dos días en los que ninguno ha ido al parque. Ella llega a la hora de siempre y se sienta como habitualmente. Ya está atardeciendo, los días van siendo más cortos y se nota como la oscuridad va venciendo a la luz, dejando en esa lucha una paleta de colores digna de una pintura.
Él llega diez minutos después, Jade ni siquiera se ha percatado de su presencia absorta en su lectura. Él se fija en ella; "Está igual de guapa que la última vez" piensa. Sin darse cuenta se ha quedado quieto mirándola y pensando. Imaginando cómo sería hablar con ella o qué sería lo primero que le diría.
Jade nota que la observan y levanta la cabeza. Entonces, espacio y tiempo se detiene para los dos, los ojos de ambos se encuentran y por un segundo, solo por un segundo, se han conectado. Ella no vuelve a levantar la cabeza por vergüenza a volver a cruzarse con su mirada. Aunque en el fondo le ha encantado, ya sabía cómo eran sus ojos pero ver que estos la miraban ha sido una extraña pero gratificante sensación para ella. Nunca pensó que unos ojos oscuros pudiesen ser tan impresionantes. Sin embargo; esa tarde Jade comprendió aquello que su madre siempre le había dicho, que lo bonito de unos no está en el color sino en la mirada.
Él, tras ese pequeño cruce de miradas, la vuelve a observar de reojo y ve que se le han subido los colores. Una extraña sensación le recorre el cuerpo, se siente bien al ver el efecto que ha causado eso en ella e, inconscientemente, sonríe para sí mientras lanza un último tiro a la canasta y encesta.
Caminando de vuelta a casa se pone a pensar en las veces que ha pensado en ella durante el fin de semana. Se ha dado cuenta que ha pasado la mayoría del tiempo deseando que llegara el lunes para verla. "Esto no puede ser normal" dice para sí mismo.Si te gusta puedes seguirme en TikTok, donde también hablo de libros y puedes compartir la historia con tus amigos. A esta pequeña escritora cualquier interacción le hace un mundo. Un beso 😘
Insta: @lavie.enlivres
TikTok:@lavie.enlivres
ESTÁS LEYENDO
Todos los días que pasamos juntos
JugendliteraturJade y Rubén no se conocen. No saben todo lo que van a significar el uno por el otro. No saben que el amor está hecho de silencios y que las historias ocurren sin necesidad de palabras.