Todos los días que pasamos juntos

Día 22

Día 22

Hoy es martes, un martes de mucho frío en Madrid; pero ninguno de los dos ha dejado de ir al parque, aunque ella ha llegado más tarde de lo normal. Tanto es así que nuestro protagonista empezaba a pensar que ella no aparecería.

Pero ahí está. Cuando llega le saluda con una sonrisa y la mano él hace lo mismo. Ella se dirige al banco y comienza a leer. Entonces él comienza a jugar continuando con su rutina de cada día, la rutina que los llevo a conocerse. Todo parece igual, aunque ambos saben que algo ha cambiado, ya no hay la misma timidez en sus miradas cuando se encuentran; más bien un nuevo brillo nace en las pupilas de cada uno de ellos. La atracción y el deseo son casi palpable; sin embargo, ambos quieren pisar sobre suelo firme pues ninguno está preparado para que le vuelvan a hacer daño.

Los minutos corren y la hora de marcharse se acerca; es entonces cuando él, algo exhausto por su entrenamiento, se acerca al banco junto a ella.

― ¿Seguimos con las clases? ―dice él con sus manos―.

Ella asiente efusivamente y para enseñarle utiliza el margen del libro que lee, ella escribe algo ahí y luego le enseña a decirlo. Ambos disfrutan de este momento pues también les está ayudando a conocerse. Jade ha descubierto que el cumpleaños de él es el 30 de enero, cuyo color favorito es el azul y que les tiene verdadero pánico a las cucarachas. Ella también le ha contado esas cosas a Rubén, él ahora sabe que su cumpleaños es el 18 de abril, que le encanta el color rojo y que su sueño es ser escritora. Se ha sentido muy cómoda hablando sobre sí misma, no suele hacerlo, pero esta vez, con él, era diferente.