Misma hora, mismo lugar. Ambos llevan ya un rato allí disfrutando de la compañía silenciosa del otro. A él le hace mucha gracia ver como ella se ríe en algunas ocasiones. No sabe que esto se debe a que el libro es más divertido de lo que ella esperaba, por ello de vez en cuando suelta alguna pequeña carcajada que él escucha y disfruta, cada vez que se ríe se da cuenta que le gusta mucho su risa y al oírla se ríe para sí.
Ambos están tranquilos con lo suyo mirando cuando el otro no mira. De repente, de entre los arbustos, aparece una niña pequeña que corre decidida hacia Ruben; este la recibe cariñosamente entre sus brazos y la levanta. Ella observa con dulzura la escena y puede leer en los labios de ella como le dice a él "Te quiero hermanito". Él, sorprendido por las palabras de su hermana a la que no veía desde hace dos semanas debido a que sus padres divorciados viven lejos y ella se ha ido un par de semanas con su padre, comienza a llenarla de besos por toda la cara. En ese momento una mujer más mayor, que Jade deduce que es la madre de ambos, entra y coge a la pequeña de los brazos de él. Jade sigue observando esa bonita escena familiar y ve como él le da un beso a su madre; pero esta le dice algo muy rápido al oído que Jade no consigue descifrar del todo; solo ha podido leer en los labios de la mujer adulta la palabra "padre".
Jade no se equivoca, la madre de Rubén le ha anunciado a este que su padre está aquí y quiere verlo. La cara de él ha cambiado rápidamente, ahora está serio y tenso. Jade lo nota y comprende que no es de su incumbencia, vuelve la vista al libro para no mostrarse curiosa a pesar de su horrible deseo de saber que ha hecho que el chico del baloncesto cambie su semblante alegre por uno tenso.
Él se aleja por donde ha venido con su hermana y su madre, dejando atrás su lugar recientemente favorito. No obstante, antes de marcharse le dirige una última mirada a ella, observa cómo bebe su libro; él suspira para sí mientras sale tras su madre. Cuando él no está ella suelta un largo suspiro como si hubiera estado conteniendo la respiración.
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Todos los días que pasamos juntos
Fiksi RemajaJade y Rubén no se conocen. No saben todo lo que van a significar el uno por el otro. No saben que el amor está hecho de silencios y que las historias ocurren sin necesidad de palabras.
