Hoy es jueves, ella ya está donde siempre sentada, esta vez ella ha pasado por una cafetería y se ha comprado un café con leche (su bebida favorita) para beber mientras lee.
Él ha llegado hoy muy cabreado y tiene motivos para estarlo. Ayer vio a su padre y le estuvo hablando de irse a vivir con él y terminar la universidad en Barcelona. Él no quiere irse de allí bajo ningún concepto, por eso desahoga su frustración tirando a canasta; sin embargo ni el baloncesto parece estar hoy de su parte.
Hoy ni siquiera la ha mirado, no lo ve necesario. No necesita a una chica en su vida, solo le traería dolor y más aún si, quizá se tiene que ir el año que viene. Prefiere cortar por lo sano y no volver a mirar a la única chica que ha conseguido captar su atención...
Ella se ha dado cuenta que él hoy no la mira, no siente su mirada y eso la pone triste y también la cabrea, no entiende qué ha pasado.
«Quizá se ha dado cuenta que no soy gran cosa» piensa ella.
Y eso le duele en lo más profundo de su alma. Pensaba que se habían conectado de algún modo pero entonces ella recuerda que ni siquiera han hablado.
Frustrada ella sigue leyendo dejando su café en el banco; pero una rafaga de viento lo tira y el poco café que le queda cae sobre su pierna izquierda. Se levanta de golpe y él no puede evitar mirarla, se da cuenta que ella también está enfadada. Verla de esa manera provoca en él una extraña sensación, le resulta raro ya que normalmente ella es muy tranquila. Sin pensarlo siquiera ella comienza a caminar hasta largarse y sin poder evitarlo él la sigue con la mirada hasta perderla de vista.
Ahora, allí solo siente un vacío enorme en el pecho al mirar el banco y no verla a ella tranquila leyendo, soltando una lágrima o una carcajada. Se da cuenta que no merece la pena perder la oportunidad por algo que aún no es seguro y que, es más, es él el que decide.
Con esa pequeña esperanza lanza el balón por última vez hacia la canasta y esta vez sí que encesta provocando en él una sonrisa casi inexistente y con eso se aleja de aquel parque que le resulta solitario sin ella.Si te gusta puedes seguirme en TikTok, donde también hablo de libros y puedes compartir la historia con tus amigos. A esta pequeña escritora cualquier interacción le hace un mundo. Un beso 😘
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Todos los días que pasamos juntos
Подростковая литератураJade y Rubén no se conocen. No saben todo lo que van a significar el uno por el otro. No saben que el amor está hecho de silencios y que las historias ocurren sin necesidad de palabras.