AMELIA

Capítulo 27

La voz de Adele en Someone like you sonaba en volumen bajo por los altavoces de la camioneta, mientras iban de regreso a la Hacienda.

Allison había encontrado un par de CD decentes junto al sistema de sonido que había en la casa para hacer más ameno el viaje de regreso.

Seleccionando una ruta alterna un poco más larga con el objetivo de evitar posibles sorpresas e intentar recuperar algo de gasolina de los autos olvidados, les tomaría un par de horas mas llegar a su destino.

Finalmente, al atardecer de ese día, tras varias horas de camino, entraron al estado de Texas por el condado de Morris, donde pasarían la noche cerca de Naples antes de retomar su camino a la mañana siguiente.

Estaban casi llegando a las afueras de la ciudad cuando a lo lejos Amelia vislumbro una gran muralla de contención alrededor de varias casas que rodeaban una clínica con la fachada ennegrecida, muy probablemente, a consecuencia de un incendio con un patrón de construcción muy similar al mismo que hicieron en Washington.

—¿Qué sucede? —preguntó Allison cuando Amelia se desvió del camino hacia el lugar.

—Es solo una corazonada de las que no me gustan dejar pasar —frunció el ceño reduciendo la velocidad para estacionar la camioneta frente a las puertas destrozadas de los muros.

Amelia bajo de la camioneta, avanzando con cuidado a través de las puertas, hacha en mano, manteniendo a Allison a la vista cuando decidió seguirla en caso de que algo saliera mal.

Ya ni siquiera intentaba pedirle que se quedara.

Todo el primer piso de la clínica estaba completamente destruido y cubierto de hollín, ahí donde las llamas golpearon. Las casas cercanas, construidas con madera, se encontraban en su mayoría destruidas y las que aún quedaban en pie estaban cubiertas por una gran capa de ceniza que se extendía por los caminos hasta el muro.

—Dime que no planeas revisar el lugar —Allison llamó su atención preocupada.

—No, trabaron las puertas después del incendio, ya sea para evitar que alguien entrara o saliera —apunto hacia la clínica—. No planeo averiguar cuál de las dos.

Allison asintió en acuerdo, visiblemente aliviada.

Un pequeño ruido, casi como el susurro del viento al pasar por entre los árboles se escuchó detrás de las puertas clausuradas, eran tan bajo que podría haberse tratado de su imaginación si no hubiese continuado sonando, cada vez, un poco más fuerte.

—Supongo que eso responde la pregunta —murmuró Allison.

—Regresemos a la camioneta.

Dieron la vuelta justo en el momento en que un infectado aparecía entre las ruinas de una casa de madera a su derecha.

Amelia lo vio primero y sujeto con fuerza el hacha para encargarse.

Este infectado era reciente. Tomo nota conforme se acercaba a ellas.

Después de un tiempo terminas descubriendo cuales son del inicio de la infección y cuales cayeron durante o después de que la sociedad colapso. No es que importara cuando los tienes enfrente, pero es buen indicativo del grado de peligro que podría estar cerca, en especial si encuentras heridas infringidas por humanos. Amelia solo necesito mirarlo por unos segundos para que su corazonada se confirmara.

De un rápido golpe Amelia abatió al infectado, inclinándose sobre él para tomar la mochila que traía en su espalda.

—¿Cómo puede seguir vivo con ese disparo en la cabeza? —cuestionó Allison tras ella.

—No creo que fuera después de que se convirtiera —Amelia medito frunciendo el ceño, mientras rebuscaba dentro de la mochila.

La herida en la cabeza no era profunda, probablemente la bala solo roso y causo una gran hemorragia. La pregunta importante aquí era: ¿Qué había pasado en ese lugar?

Sus movimientos hicieron una pausa cuando encontró lo que realmente no esperaba encontrar.

La bitácora.

—Creo que ya sabemos de dónde venían los infectados que rompieron la cerca y cayeron al pozo hace unos meses —levantó la libreta para que Allison la viera.