Capítulo 23

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Nadie sabía de donde vino el primer disparo, pero una cosa era segura, aquello no fue un ataque al azar, ellos llevaban tiempo vigilando sus movimientos.

Amelia estaba dormida con la cabeza recargada sobre el hombro de Allison cuando la bala golpeo la cajuela de la camioneta sobresaltándolos a todos. Una ráfaga de disparos llego de todas direcciones haciendo volar en pedazos los vidrios de las ventanas y parte del cargamento que hasta el momento los había estado protegiendo.

Las dos camionetas que iban detrás de ellos comenzaron a responder el ataque para cubrirlos y darles el tiempo suficiente de pensar en cómo seguirían adelante con dos llantas ponchadas.

—¿Cuánta munición tenemos? —preguntó Allison mirando a Taylor que ya comenzaba a disparar.

—No la suficiente —gruñó Cassandra al volante mirando por el espejo lateral que tan lejos estaban las camionetas que los seguían mientras intentaba mantener el control de la suya.

—¿A cuánto estamos de los túneles de emergencia? —quiso saber Amelia cubriendo su cabeza de la siguiente lluvia de vidrios.

—Diez kilómetros, tal vez menos, si llegamos al canal puedo perderlos —Cassandra cambio de carril en esa dirección avisando de su plan a Samantha por la radio.

La camioneta que John manejaba los siguió mientras las demás se separaban tomando la desviación para retornar al Coliseo.

—Se están separando, pero una aún está detrás de nosotros —advirtió Samantha.

—¿Crees que puedes darles a sus llantas delanteras? —Taylor le preguntó a Amelia lanzándole una mirada por sobre su hombro.

Ya había demostrado que era buena, horas y horas en el campo de tiro con su padre tenían que haber servido para algo, pero nunca había hecho un tiro con tanto movimiento. El tiempo que le tomaría calcularlo podría dejarla vulnerable a otra ráfaga de disparos que con mucha probabilidad le acertaría.

Varios segundos pasaron antes de que respondiera.

—No, nos movemos demasiado para tener un tiro preciso.

—Ya estamos llegando, la camioneta no cabra por los túneles, pero bloqueara la entrada, en cuanto me detenga salgan corriendo sin mirar atrás —anunció Cassandra buscando la entrada al canal.

Todos asintieron nerviosos mientras descendía por la pendiente. Las probabilidades de que algo saliera mal eran altas y no había muchas opciones.

Ignorando el dolor de las heridas causadas por los vidrios rotos y los tropiezos al esquivar los disparos, corrieron por el canal hacia los túneles confiando en que John y Samantha los seguían de cerca.

Fue una secuencia de imágenes y sonidos desde que saltaron de la camioneta y comenzaron a correr hacia el túnel con las balas rebotando contra la camioneta y el piso tras ellos.

Por un momento todos llegaron a pensar que lo habían logrado, estaban a pocos metros del túnel cuando el quejido de Allison detrás de Amelia los hizo voltear. Amelia la vio tropezar y caer sosteniendo su costado izquierdo mientras su rostro impactaba contra el suelo raspando su mejilla.

Amelia podía escuchar a lo lejos una voz gritando su nombre, pero la visión de Allison encogida en el piso sobre un charco de sangre la había dejado petrificada.

Durante una fracción de segundo, el corazón de Amelia dejo de latir, sentía que una eternidad había pasado en los segundos que le tomo a Cassandra hacerla reaccionar mientras Taylor corría hacia Allison vaciando su arma contra quienes les seguían disparando.

Aturdida siguió a Cassandra observando como la sangre se filtraba entre los dedos de Allison a pesar de la presión que estaba ejerciendo.

Pasaría mucho tiempo para que Amelia fuera capaz de olvidar la mirada asustada que Allison tenía en su rostro.

AMELIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora