Capítulo 12

6 1 0
                                    

—Muchas gracias por ayudarnos, no sé cómo voy a pagarles por esto —asintió William con el semblante cansado junto a Elizabeth, mientras veían pasar dos de sus camionetas al interior de los muros de la escuela, cargadas con varios heridos de gravedad.

Gran parte de su ropa estaba cubierta con la sangre fresca de sus compañeros y pese a su aspecto él no parecía tener lesión alguna en su cuerpo.

—¿Qué fue lo que sucedió? —preguntó Daniel manteniendo una mano cerca de su arma.

Recibieron la llamada por radio a mitad de la noche, dos semanas después de su primer encuentro con William. Hasta ese momento solo habían tenido vistazos casuales en la ciudad que no iban más allá de un saludo amable o asentimientos de cabeza que solían ir acompañados de miradas cautelosos.

A pesar de que no parecían tener interés en ellos, había algo que mantenía ansiosos a todos en la escuela, como si el mundo estuviera conteniendo la respiración a espera que cualquier cosa pasara.

—Estábamos registrando un edificio al sur de la ciudad cuando comenzaron los disparos —William relató, mientras las puertas se cerraban—. La oscuridad no nos permitía saber de dónde venían, así que estábamos disparando a cualquier parte —sacudió su cabeza tras el recuerdo—. Llamamos la atención de muchos infectados, tomamos a cuantos nos fue posible y salimos de ahí antes de que nos rodearan.

—¿Tienes una idea de quienes podrían haberlos atacado? —Daniel preguntó preocupado ante la idea de otro grupo armado rondando cerca de ellos.

Antes del estadio conocieron a muchos grupos que hicieron de todo para asegurar su propia supervivencia, incluso ellos en su momento fueron parte de esos grupos, así que sabía bien hasta donde alguien estaría dispuesto a llegar por tener un día más de vida.

—No, hasta donde sé nuestros dos complejos son los únicos en esta ciudad, pero claro hasta hace un mes no tenia conocimiento de ustedes — William sonrió amablemente, pero Elizabeth noto algo en su mirada que la inquieto—. Podría ser solo alguien que iba de paso.

Elizabeth asintió cautelosa.

—Les daremos atención y un lugar para descansar en lo que llegan por ustedes —le lanzó a William una mirada de reojo—. Y sugiero que eso sea antes de que termine el día o de lo contrario tendrás que buscar la manera de regresar solo a tu complejo.

William esbozo una sonrisa divertido cambiado el semblante de un perro pateado a un zorro que había logrado colarse en el gallinero.

—Aún no decides si soy alguien de confianza, lo entiendo. Sin embargo, quizás deberías considerar una alianza con nosotros, lo que nos pasó podría ocurrir aquí en cualquier momento —fijó con atención la mirada en los ojos azules de Elizabeth—. Y no es algo que quieras, ¿Verdad?

William se alejó sin esperar una respuesta, caminando hacia la enfermería, milagrosamente recuperado del cojeo que tenía cuando llego.

—¿Soy el único que se sintió amenazado? —murmuró Daniel viendo al hombre desaparecer a la distancia.

Elizabeth a su lado se cruzó de brazos pensativa.

—Mantengamos un ojo sobre el mientras estén aquí y envía a alguien a revisar el lugar que menciono, quiero saber si lo que dijo es real.

—¿Y si no lo es?

Elizabeth no quería pensar que haría de serlo.

——————

—Traje más vendas —informó Cameron depositando los pedazos de tela cortada sobre una mesa, mientras veía a su novia sacar una bala del muslo de uno de los heridos.

AMELIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora