23: Sleepy Ash | Servamp

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La oscuridad de la ciudad era deslumbrante por las luces de cada comercio, edificio, alumbrado e inclusive el clima había prestado las gotas de lluvia para dar un poco de dramatismo en esa luminosa noche, de alguna u otra forma el panorama difería...

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La oscuridad de la ciudad era deslumbrante por las luces de cada comercio, edificio, alumbrado e inclusive el clima había prestado las gotas de lluvia para dar un poco de dramatismo en esa luminosa noche, de alguna u otra forma el panorama difería de otros días; nuestra miko viajera del tiempo cargaba en  manos unas bolsas del supermercado a punto de rellenar la despensa del departamento donde actualmente vivia.

Lastimosamente olvidó un paraguas así que tocaba correr entre los charcos de lluvia buscando un refugio. Hasta que a lo lejos visualizo al vecino del lado izquierdo: Mahiru Shirota. Era un buen chico, sabía hacer varias actividades domésticas que serían consideradas innecesarias para que un hombre aprendiese... Sin embargo para ella, el chico era sorprendente y la forma en que sobrevivía en la soledad, lo era más.

Con pasos más seguros se acercó tocandole el hombro, tomando por sorpresa al pelimarron del cual pego un pequeño salto por la conmoción.

── Oh... Si eres tú, Kagome-chan.

── Yoi,  Mahiru-san.

La azabache noto la mirada perdida del adolescente en un callejón. Con suavidad y delicadeza para el joven, empujó su hombro en el brazo de él, atrayendo su atención nuevamente.

── Es un gatito. ¿Tienes miedo de los animales?.

Él niega  ── Es muy lindo, pensaba llevarlo a casa.

── No tienes que esperar más.  ── entre su mano libre, agarro un trozo del uniforme escolar del mayor.

Shirota tropezó en los primeros pasos al ser casi arrastrado por la chica de menor estatura al callejón. No le caía mal Kagome, al cambio le parecía ser un aire fresco de tranquilidad en medio de tantas personas; es decir, a comparación de otros la chica le resultaba demasiado agradable, como si con solo verla es suficiente para inspirar confianza, una calidez con acciones u palabras eran también suficientes. Era tan amable que incluso a él le sorprendía y al mismo tiempo agradecía que fuese su vecina.

Inquieto vió como ella se agachaba a cargar en brazos al gatito, sin antes retirarse el chaleco del uniforme intentando cubrír al pequeño animal de las frías noches. El minino abrió los ojos unos segundos, dejando ver unos bonitos rubí que vieron fijamente los característicos zafiros, encontrando los atrayentes y necesitados de ver más. Sin embargo el cansancio gobernó su pequeño cuerpo, cayendo en brazos del morfeo, encontrando una calidez que cubría por completo su aura.

A diferencia de Mahiru que creía, era un animal inofensivo. Para kagome quien maneja energía espiritual por sus viajes en el Sengoku, detecto al tener el primer contacto con el animal un aura demoniaca, la cual estaba rondando la ciudad con suma facilidad. Sin embargo el aura en brazos era diferente, no era hostil, peligrosa o intimidante... Era tan sencilla, holgazán y sin alertas que incluso le resultó difícil detectarlo... Tomándolo como un demonio inofensivo, no peligroso o perjudicial para alguien.

❝ 𝐊𝐚𝐠𝐨𝐦𝐞 𝐁𝐨𝐨𝐤 𝐂𝐫𝐨𝐬𝐬𝐨𝐯𝐞𝐫 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora